Un corazón limpio

Buenos días, feliz martes y bendiciones.

En Marcos 7: 1-13, Jesús expone la tradición de los fariseos de incluir palabras hipócritas, producir adoración falsa y rechazar la Palabra de Dios. Según eso, los fariseos y los escribas le preguntaron a Jesús: "¿Por qué tus discípulos comen con manos impuras y no siguen la tradición de los ancianos?" "Porque los fariseos y todos los judíos no comen a menos que se laven las manos cuidadosamente, observando así la tradición de los ancianos; y cuando vienen del mercado, no comen a menos que se limpien; y hay muchas otras cosas que han recibido para observar, como el lavado de tazas y jarras y ollas de cobre ". (Marcos 7: 3-4).

A veces, las personas juzgan los méritos de una tradición basada en apariencias externas. Si parece sagrado, entonces debe ser. Los fariseos participaron en una tradición religiosa del lavado de manos. No se trataba de higiene personal, sino de un elaborado ritual religioso lleno de profundo simbolismo religioso. Se practicaba ampliamente entre los judíos del primer siglo, tanto que se pensó extremadamente extraño que Jesús y sus discípulos no se molestaran con eso. Los fariseos pensaban que Jesús era menos que justo por no guardar sus tradiciones.

En este Evangelio, Jesús presenta un gran argumento: el pecado no entró en ellos desde afuera, se originó dentro de ellos. El mal en sus vidas tenía que ver con la condición de sus corazones y mentes. Pero al mismo tiempo, Jesús presenta una gran invitación al discipulado: detén la hipocresía y comienza a limpiar todas tus acciones.

Bendiciones

 Padre Luis +