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La práctica de la Paz con Justicia

 

 

Buenos días, feliz lunes y muchas bendiciones.

 

Los cinco versículos del evangelio de hoy hablan de dos temas muy diferentes entre ellos. (a) El segundo anuncio de la pasión, muerte y resurrección de Jesús (Mt ‪17: 22-23‬); y (b) la conversación de Jesús con Pedro sobre el pago de impuestos y cuotas al templo (Mt 17: 24-27). Es una historia sobre muerte e impuestos.

 

Todos debemos lidiar con las desagradables realidades de la vida: la muerte y los impuestos, entre muchas otras. Incluso Jesús no estuvo exento de estos. La forma en que Jesús maneja estas situaciones nos da sabiduría para lidiar con las mismas en nuestras vidas.

 

En las lecturas del Nuevo Testamento de hoy, Jesús tiene un mensaje claro sobre la obligación de pagar impuestos. Pero pagar impuestos no es el problema principal. Son solo ejemplos —estudios de casos, si lo desea— sobre la obediencia y la sumisión a las autoridades: al estado, la ciudad o la iglesia. Los principios subyacentes son mucho más profundos que la cuestión de si pagamos nuestros impuestos o no.

 

Jesús le dijo a Pedro por qué pagó el impuesto. Dijo: "para que no los ofendamos". Muy pocos sabían, como Pedro, que Jesús era el Hijo de Dios, y este no era el momento adecuado para revelar ese secreto. Y también sabía que, si se negaba a pagar el impuesto, más personas tendrían prejuicios contra él y sus enseñanzas.

 

Por otro lado, observen la pobreza de Jesús. No tenía dinero para pagar los impuestos, pero tenía una forma inusual de obtener el dinero. Sacó el dinero de la boca de un pez. Él era el Señor del cielo y de la tierra, pero leemos en 2 Corintios: “Porque conocéis la gracia de nuestro Señor Jesucristo, que aunque era rico, por vosotros se hizo pobre, para que vosotros por su pobreza seáis ricos. ”(2 Corintios 8: 9). Además, no le ordenó a Judas que pagara el impuesto de la bolsa que llevaba, porque eso era para lo básico como comida; no usaría ese dinero para su uso personal.

 

Ahora bien, el énfasis repetido de Jesús en sus muertos no solo era necesario para corregir su suposición errónea de que Él no moriría, sino que también era necesario por otra razón. Era necesario que supieran que esta mala noticia se convertiría en el núcleo del mensaje que llevarían al mundo. No serían malas noticias, sino buenas noticias: que Cristo murió por nuestros pecados y resucitó. Ahora que estaba convencido de la identidad de Cristo, quién era Él daría efecto a lo que hizo. Solo como el unigénito Hijo de Dios, su muerte podría realmente pagar el castigo por los pecados de toda la humanidad. Por lo tanto, l@s discípul@s necesitaban estar convencid@s de la persona y obra de Cristo, quién era Él y lo que hizo por nosotr@s, porque sería absolutamente el núcleo del mensaje de que vivirían y morirían en los años venideros.

 

Podemos discutir en favor o en contra sobre estos dos temas, pago de impuesto y la muerte. Lo que me interesa es que puedas entender que en un discipulado radical con Jesús ambos temas -pago de impuestos y muerte- tienen que ser cimentados sobre la práctica de la paz con justicia. Nada de explotación u opresión, es liberación.  

 

Bendiciones

 

Padre Luis +

Date news: 
Lunes, Agosto 10, 2020 - 09:45

Ministerio en el tiempo del Coronavirus (Covid 19): Prevenir, curar y acompañar

Ahora tenemos que darle forma a lo que algun@s han comenzado a llamar; La Iglesia en Casa. Aunque yo me sigo preguntando; ¿qué hacen quienes no tienen un hogar? Por esto a la misma vez, estoy declarando desde hoy en nuestra Iglesia Santa Cruz una jornada de cuaresma de oración, ayuno y leer la Biblia en el Tiempo del Coronavirus.

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