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¡Bienaventuradas las personas pobres!

 

 

Buenos días, feliz miércoles y muchas bendiciones.

 

El Evangelio de hoy (Lucas 6: 20-26) presenta cuatro bendiciones y cuatro maldiciones. Hay una revelación progresiva en la forma en que Lucas presenta la enseñanza de Jesús. Hasta el ‪6:16‬, dice muchas veces, que Jesús enseñó a la gente, pero no describió el contenido de la enseñanza. Ahora, después de haber dicho que Jesús ve a la multitud deseosa de escuchar la Palabra de Dios, Lucas presenta el primer gran discurso que comienza con la exclamación: "¡Bienaventuradas las personas pobres!" y "¡Ay de ti, rico!" y luego retoma todo el resto del capítulo (Lucas 6: 12-49).

 

Algun@s llaman a este discurso el “discurso en el llano” porque, según Lucas, Jesús bajó de la montaña y se detuvo en un lugar que era llano y allí pronunció su discurso. En el Evangelio de Mateo, este mismo discurso se da en la montaña (Mateo 5: 1) y se llama "El Sermón del Monte". En Mateo, en este discurso hay ocho Bienaventuranzas, que trazan un programa de vida para las comunidades cristianas de origen judío. En Lucas, el sermón es más corto y más radical. Contiene solo cuatro Bienaventuranzas y cuatro maldiciones, dirigidas a las comunidades helenísticas, formadas por personas ricas y pobres.

 

Este Sermón de la Llanura se ha llamado El Manifiesto Cristiano porque expone los valores e ideales de la Vida Cristiana en el Reino. Es una promesa de desapegarse de todo lo que no es de Dios y de que la vida se guíe por lo que conduce al servicio de Dios o, dicho de otra manera, por lo que conduce al fin para el que fuimos cread@s. Son pasajes difíciles de entender e igualmente difíciles de tener como principios rectores de nuestra vida.

 

En estos pocos versículos de las Escrituras se hace referencia a cuatro contrastes: pobreza / riquezas; hambre / saciedad; tristeza / risa; y difamación / elogio. Jesús cambia los valores que normalmente consideraríamos deseables. Nos pide que nos demos cuenta de que no vivimos simplemente para ser felices en esta vida, sino que debemos preguntarnos el valor más profundo de nuestro estilo de vida a la luz de lo que podemos traer con nosotr@s a la vida eterna.

 

Hoy intento ver qué bienaventuranza me toca, ya sea porque me ayuda a regocijarme en los dones que Dios me ha dado o porque siento una resistencia en mi corazón. Oro por un corazón que escuche. Me pregunto hasta qué punto entiendo y vivo la vida cristiana en la perspectiva de las bienaventuranzas, como búsqueda de la bienaventuranza y la felicidad, y más allá de un mero vivir según las reglas.

 

¡Aquí no hay imágenes brillantes! ¿Quién quiere ser más pobre, triste, en conflicto, excluid@ o degradad@? Jesús no nos pide que busquemos la incomodidad, sino que quiere que nos demos cuenta de que Dios siempre tiene una promesa más brillante para nosotr@s. Buscamos y encontramos a Dios donde estamos, pero siempre nos damos cuenta de que Dios nos llama más lejos, por lo tanto, no hemos llegado. Y parte del llamado es que busquemos maneras de destruir las estructuras socio-socioeconómicas y religiosas que empobrece al pueblo.

 

Hoy te invito a reflexionar conmigo sobre estas dos preguntas: ¿Miramos la vida y las personas desde el punto de vista de Jesús? ¿Piensas en tu corazón que una persona pobre y hambrienta es verdaderamente feliz?

 

Bendiciones

 

Padre Luis +

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Miércoles, Septiembre 9, 2020 - 10:00

Ministerio en el tiempo del Coronavirus (Covid 19): Prevenir, curar y acompañar

Ahora tenemos que darle forma a lo que algun@s han comenzado a llamar; La Iglesia en Casa. Aunque yo me sigo preguntando; ¿qué hacen quienes no tienen un hogar? Por esto a la misma vez, estoy declarando desde hoy en nuestra Iglesia Santa Cruz una jornada de cuaresma de oración, ayuno y leer la Biblia en el Tiempo del Coronavirus.

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