No sigamos monopolizando a Jesús

 
Lectura: Pero Jesús dijo: “No lo detengan, porque nadie que haga un milagro en mi nombre, pronto podrá hablar mal de mí. Porque el que no es contra nosotros, es por nosotros. Marcos 9:39-40.
 
Buenos días, feliz miércoles y muchas bendiciones mi querida familia.
 
El Evangelio de hoy (Marcos 9:38-40) comienza con Juan diciéndole a Jesús: “Maestro, vimos a una persona que echaba fuera demonios. Tratamos de detenerlo porque no nos sigue”. ¿Están l@s discípul@s un poco celos@s de la habilidad de esta persona para expulsar demonios? ¿Quieren tener este tipo de poder? Jesús le dice a Juan: “No se lo impidáis. Si alguien hace una buena obra en mi nombre, ¿quién puede hablar mal de mí? Luego Jesús añade: “El que no está contra nosotr@s, está por nosotr@s”.
 
Hoy Jesús nos está dando una instrucción importante. Él nos está diciendo que cualquiera que no esté contra nosotr@s está a favor de nosotr@s. Por lo general, la mayoría de los seres humanos saben qué personas l@s apoyan. Sin embargo, también sabemos qué personas pueden tener problemas con nosotr@s, disgustarnos o ignorarnos. Podemos permitir que estas personas interrumpan nuestra paz y armonía internas. Como seres humanos, much@s de nosotr@s podemos preocuparnos demasiado por lo que l@s demás piensan de nosotr@s. Jesús, sin embargo, quiere que sus discípul@s sean verdaderamente libres. Él no quiere que estén celos@s de l@s demás o que codicien las habilidades y los dones de otras personas.
 
Jesús claramente quiere que sus discípul@s aprecien sus propios dones y también los dones de l@s demás. La vida no es una competencia, sin embargo, much@s de nosotr@s vivimos como si lo fuera. Hoy, si te encuentras criticando las acciones, las palabras y el ser de otra persona, ¡DETÉNTE! Tómate un momento, respira y luego cambia sus pensamientos negativos y tu juicio. Es posible que descubras que te sientes más tranquil@, relajad@ y seren@. El juicio envenena nuestras mentes y nuestros corazones. ¡Libera tu juicio y relájate y trata de estar en paz!
 
Es claro que ningún otro líder religioso en la historia insistió más claramente que Jesucristo, que lo que hagamos en esta vida tendrá consecuencias eternas. Las cosas buenas que hacemos, incluso algo tan aparentemente insignificante como dar un vaso de agua, no quedarán sin recompensa. Por otro lado, nuestras acciones sin amor y sin arrepentimiento tienen consecuencias.
 
El mensaje central para nosotr@s hoy es que l@s seguidores de Jesús no deben ser un grupo exclusivo o un club privado que desprecie el buen trabajo que hacen las demás personas. Se nos anima a trabajar con otr@s cristian@s y, de hecho, con cualquier persona de buena voluntad. El viejo eslogan “Fuera de la Iglesia no hay salvación” fue un escollo para muchas buenas personas y debe ser dejado de lado. La arrogancia no tiene lugar en el reino de Dios. El Espíritu Santo sopla como el viento donde quiere y obra de incógnito en cada corazón. Dios tiene una gran imaginación y trabaja para orquestar todas las cosas para el bien del mundo. El discipulado no es un privilegio personal que se debe guardar celosamente. No tenemos el monopolio de Jesús.
Bendiciones,
 
Luis+