Holyrood Church 715 West 179 Street, Upper West side Manhattan, USA, 212-923-3770

Como discípul@s, damos un sentido de propósito a toda una comunidad, con sal y luz.

 
Lectura: Ustedes son la sal de la tierra… Ustedes son la luz del mundo. Mateo 5:13 y 14.
 
Buenos días, feliz miércoles y muchas bendiciones mi querida familia.
 
En el Evangelio de hoy (Mateo 5:13-16) Jesús acuña una frase que seguimos usando hoy. Les dice a sus discípul@s: “Ustedes son la sal de la tierra”. ¿Qué significa esa frase para ti? ¿Qué características usarías para describir a una persona que consideras “la sal de la tierra”? ¿Con los pies en la tierra? ¿Práctica? ¿Sensitiva? ¿Cuidando? Lo más probable es que tod@s nosotr@s seamos “sal de la tierra” en una variedad de formas. Sin embargo, Jesús también dice que, si perdemos nuestro “sabor salado”, ¡también perdemos nuestro sabor y entonces no servimos para nada! ¿Es eso lo que deseamos?
 
Jesús también les dice a sus discípul@s (y a nosotr@s): “Ustedes son la luz del mundo”. Esta es una declaración poderosa y, sin embargo, tal vez intimidante. La luz es esencial en muchos sentidos. Las plantas no pueden crecer sin luz. La luz nos permite ver más claramente. Si no tenemos luz, tropezamos y luchamos por la vida. Y si tomamos en serio las palabras de Jesús, debemos compartir nuestra luz con todas las personas que nos encontremos.
 
Como tú: ¿Realmente me considero “la luz del mundo”? Si respondes que sí, ¿cómo comparte su luz? ¿Qué actos haces que traen luz a otras personas? Cuáles son los regalos de luz que compartes con l@s demás: una sonrisa, un acto amable, notar a alguien que necesita ayuda o aliento, acercarte a alguien que está sol@, sentarte con una amiga o amigo que está enferm@?  Son actos pequeños pero llenos de luz.
 
Ahora, cambiemos el enfoque. ¿Cuáles son las arenas de tu vida donde tu luz puede ser tenue o tal vez incluso extinguida? ¿Cuál es la causa de la pérdida de luz? ¿Sientes algún rayo de luz que comienza a brillar en este ámbito de tu vida? ¿Cómo experimentas a Dios en esta situación?
 
Nuestra luz no es nuestra creación. Dios eligió hacernos criaturas de “luz”. Nuestra luz no es nuestra; es una parte de la luz de Dios. Tampoco nuestra luz debe ser atesorada. Nuestra luz nos ha sido dada para compartirla con nuestra familia, amig@s, l@s extrañ@s que conocemos y nuestro mundo. ¡Que hoy, consciente y generosamente, dejes brillar tu luz! Después de todo, nuestra luz proviene de Dios, por lo tanto, ¡realmente es la luz de Dios la que brilla a través de nosotr@s!
 
Nuestro mundo tiene una necesidad desesperada de luz. Hay una tremenda cantidad de oscuridad, dolor, tragedia, soledad y tristeza en nuestro mundo. ¡Hoy y todos los días, el mundo necesita tu luz y mi luz! ¡Junt@s podemos iluminar el mundo con la luz y el amor de Dios!
 
Pero también, nuestro mundo tiene una necesidad desesperada de sal. Permítanme olvidar la mala propaganda que ha recibido la sal por parte de los dietistas y recordar por qué siempre ha sido apreciada. Le da sabor a lo que es soso y eleva lo cotidiano a algo interesante. Como discípul@s, damos un sentido de propósito a toda una comunidad, con sal y con luz.
 
Bendiciones,
 
Luis+

Date news: 
Tuesday, June 7, 2022 - 10:15

Ministry at the time of Coronavirus (Covid 19): Prevent, cure and accompany

Now we have to shape what some have started calling; The Church at Home. Although I keep asking myself; What do those who do not have a home do? For this reason, at the same time, I am declaring today in our Holyrood Church a Lenten day of prayer, fasting and reading the Bible in the Time of the Coronavirus.

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