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Hoy da gracias por la “semilla de mostaza” y el “pan” que eres.

 
Lectura: Les contó otra parábola: “El reino de los cielos es como una semilla de mostaza, que un hombre tomó y plantó en su campo… Les contó todavía otra parábola: “ El reino de los cielos es como la levadura que una mujer tomó y mezcló en alrededor de sesenta libras de harina hasta que funcionó en toda la masa ". Mateo 13:31, 33.
 
Buenos días, feliz lunes y muchas bendiciones mi querida familia.
 
En el evangelio de hoy (Mateo 13: 31-35) Jesús nos da la parábola de la semilla de mostaza. Les dice a sus discípul@s (y a nosotr@s) que el Reino de los cielos es como una semilla de mostaza. Si eres jardinero, sabes lo diminutas que son las semillas de mostaza. Sin embargo, a medida que esta pequeña semilla crece, madura y se convierte en una de las plantas más grandes. Esta planta no solo proporciona mostaza, sino que por lo general se convierte en el hogar de muchas especies de aves.
 
Entonces Jesús les cuenta a l@s discípul@s otra parábola. Esta parábola trata del Reino de los cielos. Para el Reino de los cielos, usa la analogía de una mujer que tomó levadura y la mezcló con tres medidas de harina. A medida que la levadura trabajaba en la harina, finalmente se fermentaba todo el lote de harina. En estas parábolas, Jesús nos dice cómo él, Dios y el Espíritu trabajan dentro de nosotr@s. Sin embargo, el primer paso es sembrar la semilla dentro de nosotr@s y permitir que crezca y se convierta en levadura dentro de nosotr@s. Por lo tanto, primero tenemos que escuchar y aceptar las palabras y enseñanzas de Jesús. ¡Entonces tenemos que tomarnos en serio sus palabras!
 
La presencia de Jesús en nuestras vidas es dinámica. Sin embargo, debemos estar abiert@s a su palabra y su acción en nuestras vidas. Mezclar tres medidas de harina con todos los demás ingredientes para hacer pan requiere tiempo, energía y habilidad. Hacer pan es verdaderamente un arte. Hay que medir los ingredientes, mezclar la masa y luego amasar durante un gran tiempo. Luego se le da forma, se pone en sartenes y se hornea a una temperatura bastante alta. Si el fabricante de pan no es una persona experta el pan puede estar pastoso, duro o la textura o el sabor pueden no ser agradables.
 
Jesús es el maestro panadero. Él tiene este proceso hasta convertirse en un arte. Sin embargo, tenemos que ser participantes dispuest@s en este proceso. Primero, debemos ponernos en manos de Jesús. En ocasiones, también debemos confiar en que incluso cuando nos “amasen” más de lo que pensamos que podemos manejar, tenemos que creer que este amasado asegurará un resultado favorable y sabroso para nosotr@s y para las personas que forman parte de nuestra vida.
 
Mirando el tiempo que tengo por delante, pido la generosidad y la confianza que necesito para hacer pequeñas cosas, decir palabras amables, mirar con amor mi situación. Dejo que Dios permita que el reino de los cielos entre en existencia mientras ofrezco mis pequeñas contribuciones, dejándoles hacer lo que Dios quiere.
 
Hoy da gracias por la “semilla de mostaza” y el “pan” que eres. ¡Tienes el potencial para la grandeza! ¡Confía en el maestro panadero! ¡No te fallará!
 
Bendiciones
 
Padre Luis + 

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Lunes, Julio 26, 2021 - 10:00

Ministerio en el tiempo del Coronavirus (Covid 19): Prevenir, curar y acompañar

Ahora tenemos que darle forma a lo que algun@s han comenzado a llamar; La Iglesia en Casa. Aunque yo me sigo preguntando; ¿qué hacen quienes no tienen un hogar? Por esto a la misma vez, estoy declarando desde hoy en nuestra Iglesia Santa Cruz una jornada de cuaresma de oración, ayuno y leer la Biblia en el Tiempo del Coronavirus.

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