La misericordia de Dios significa hacer justicia a l@s más pobres y humillad@s.

Lectura: Ay de ti cuando todo el mundo habla bien de ti, porque así trataban sus antepasados a los falsos profetas. Lucas 6:26.
 
Buenos días, feliz miércoles y muchas bendiciones mi querida familia.
 
En el evangelio de hoy (Lucas 6: 20-26), Jesús les dice a sus discípul@s: “Bienaventurad@s l@s pobres. Bienaventurad@s l@s que tienen hambre. Bienaventurad@s l@s que lloran. Bienaventurad@ eres cuando la gente te odia, te insulta y denuncia tu nombre como malvad@ ". Ahora pregúntese honestamente: ¿me considero bendecid@ cuando experimento pobreza, hambre u otras pruebas? ¿Te sientes bendecid@s si alguien te odia o no le agrada?
 
Dudo que algun@ de nosotr@s se sienta bendecid@ cuando tenemos dolor, tristeza, pérdida y confusión en la vida. Es más probable que nos sintamos maldecid@s o traicionad@s. Podemos estar tristes, asustad@s o enojad@s con Dios. Sin embargo, Jesús nos dice que nos regocijemos y que saltemos de alegría ese día. Nos asegura que tendremos una gran recompensa en el cielo. Sin embargo, esta seguridad probablemente no aliviará el dolor, la tristeza o el sufrimiento que podamos estar experimentando.
 
Jesús luego continúa con los "ayes". Dice: “¡Ay de l@@ ricos, habéis recibido vuestro consuelo! ¡Ay de ustedes, cuyos estómagos están llenos, pasarán hambre! ¡Ay de l@s que ahora ríen! te entristecerás y llorarás. Ay de ti cuando la gente hable bien de ti, porque sus antepasados trataron a l@s profetas de esta manera ".
 
Es fácil dar por sentadas nuestras bendiciones hasta que llegan los tiempos difíciles y comenzamos a experimentar los infortunios de la vida. Ahora tómate un momento y pregúntate: ¿Consideras que es una bendición cuando tienes hambre de amor, gozo, esperanza, compañía, alimento espiritual? ¿O en estos momentos te sientes abandonad@ por Dios o enojad@ con Jesús? Durante tiempos dolorosos y difíciles, es casi natural perder de vista las muchas formas en que también somos bendecid@s. Si estamos luchando y sufriendo, nuestro enfoque cambia inmediatamente a los aspectos difíciles o aterradores de la vida.
 
Cada una de las Bienaventuranzas describe una condición humana de la que quisiéramos avanzar, pero Jesús las proclama como estados de bendición. Noto lo que hay en mí que me hace apresurar la pobreza, el hambre o el duelo. Le pido a Jesús que me ayude a mirar de nuevo para que pueda ver qué gracia está presente a pesar de las apariencias.
 
La misericordia de Dios significa hacer justicia a l@s más pobres y humillad@s. Jesús se encuentra en sus viajes con familias que apenas sobreviven y están indefensas contra los poderosos terratenientes. Nosotr@s también vemos gente pobre e impotente hoy. ¿Somos nosotr@s, sus seguidor@s, defensor@s de l@s pobres? ¿Qué acción significativa haré hoy para traer una sonrisa a los labios de alguien que es pobre o quebrantad@? La vida cristiana no es una ocupación de sillón ni un deporte para espectador@s. Fuimos llamados no a contemplar sino mas bien a contemplar y cambiar nuestras vidas y en este mundo.
 
Bendiciones
 
Padre Luis +