Holyrood Church 715 West 179 Street, Upper West side Manhattan, USA, 212-923-3770

María llevaba a Dios dentro de ella y llevaron alegría a Isabel y a Juan dentro de ella.

 
Lectura: Y María dijo: “Mi alma glorifica al Señor, y mi espíritu se regocija en Dios mi Salvador, porque se ha acordado de la humildad de su siervo. Lucas 1: 46-48.

Buenos días, feliz miércoles y muchas bendiciones mi querida familia.
 
El evangelio de hoy (Lucas 1: 46-56) es una continuación de la lectura de ayer. En las palabras iniciales de este Evangelio, María proclama la bondad y la grandeza de Dios. A pesar de las circunstancias sumamente inusuales de su llamado a ser la madre de Jesús, María se regocija y proclama que Dios la ha mirado con gran favor. Ella no se siente abrumada por el miedo o el pánico. ¿Es así como reaccionamos tú o yo?
 
La respuesta inmediata y sincera de María al llamado de Dios deja en claro que María tenía una relación personal y profunda con Dios. Ella debe haber estado algo confundida por este llamado, sin embargo, María confiaba en el Dios que la llamó. María creía que Dios la guiaría y la agraciaría. Si bien María era muy joven cuando Dios la llamó, tenía una fe profunda y una confianza en Dios que muchas personas nunca desarrollan. ¡Qué regalo tan maravilloso!
 
También podemos experimentar el don de una relación personal e íntima con Dios. Nuestra relación con Dios se desarrolla de la misma manera que se desarrolla cualquier relación personal: con el tiempo y la experiencia. Supongo que la mayoría de nosotr@s no confiamos demasiado en alguien que acabamos de conocer. La verdadera confianza crece con el tiempo. Es nuestra experiencia personal de la persona lo que nos permite comenzar a confiar en esa persona. Esto también es cierto en nuestra relación con Dios.
 
Tómate un momento y pregúntate: ¿Qué va bien en mi vida? ¿Doy por sentadas estas bendiciones? ¿Doy gracias a Dios por las muchas bendiciones que recibo cada día? Cuando / si la vida es dolorosa, confusa o difícil, ¿todavía alabo y agradezco a Dios?
 
Algunos días, agradezco a Dios por darme la fuerza para seguir adelante. En otras ocasiones, le agradezco a Dios por la multitud de bendiciones que he recibido. Es triste decirlo, pero también hay días en los que me olvido de agradecer a Dios.
 
La Visitación es el encuentro primordial, donde se encuentran dos personas. María llevaba a Dios dentro de ella y llevaron alegría a Isabel y a Juan dentro de ella. Cada vez que conocemos a otra persona, nos acercamos a Dios; traigamos también alegría. María se regocijó porque Dios la había mirado. Regocijémonos de que Dios nos haya mirado. Piensa en los dones recibidos, comenzando por el primer y más grande regalo de la salvación.
 
Bendiciones
 
Luis +

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Miércoles, Diciembre 22, 2021 - 12:15

Ministerio en el tiempo del Coronavirus (Covid 19): Prevenir, curar y acompañar

Ahora tenemos que darle forma a lo que algun@s han comenzado a llamar; La Iglesia en Casa. Aunque yo me sigo preguntando; ¿qué hacen quienes no tienen un hogar? Por esto a la misma vez, estoy declarando desde hoy en nuestra Iglesia Santa Cruz una jornada de cuaresma de oración, ayuno y leer la Biblia en el Tiempo del Coronavirus.

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