Tod@s tenemos demonios que nos poseen y que afectan nuestra relación con Jesús.

 
Lectura: Mientras Jesús subía a la barca, el hombre que había sido endemoniado le rogó que lo acompañara. Jesús no se lo permitió, sino que dijo: “Ve a casa, a tu propia gente, y cuéntales cuánto ha hecho el Señor por ti, y cómo ha tenido misericordia de ti”. Marcos 5:18-19
 
Buenos días, feliz lunes y muchas bendiciones mi querida familia.
 
El Evangelio de hoy (Marcos 5:1-20) es la historia del hombre que tenía un espíritu inmundo. Este hombre había estado morando en las tumbas. Su trastorno era tan severo que nadie podía sujetarlo, ni siquiera con una cadena.
 
Cuando este hombre vio a Jesús, corrió hacia Él, se tiró al suelo y gritó: “¿Qué tienes tú conmigo, Jesús, Hijo del Dios Altísimo?” Entonces el hombre le rogó a Jesús que no lo atormentara. Entonces Jesús le preguntó al espíritu: “¿Cuál es tu nombre?” El espíritu le dijo: “Legión es mi nombre. Hay muchos espíritus. Entonces el espíritu le rogó a Jesús que no sacara a los espíritus del territorio sino a una manada de cerdos que estaba cerca. Jesús hizo lo que le pidieron. Inmediatamente la manada de cerdos se precipitó al mar y se ahogaron. Cuando la gente se dio cuenta de lo que Jesús había hecho, quedaron atónit@s y asustad@s. Entonces le rogaron a Jesús que se fuera de su ciudad.
 
Cuando Jesús salía de la ciudad, se le acercó el hombre que había sanado. El hombre quería seguir a Jesús. Sin embargo, Jesús suavemente le dijo al hombre que se fuera a casa con su familia. Debía anunciarles lo que Jesús había hecho por él. El hombre se fue e hizo lo que Jesús le pidió, y proclamó las maravillas que Jesús había hecho por él. Macos escribe: “¡Tod@s estaban asombrad@s!”

Hoy tómate un tiempo para recordar algunas de las maravillas que Jesús ha hecho por ti a lo largo de tu vida. Algunas de las maravillas pueden haber sido eventos que cambiaron la vida. Otras maravillas pueden haber sido más sutiles y pueden haber tenido lugar durante un período de tiempo. ¿Proclamas las maravillas que Jesús ha hecho por ti a las personas en tu vida? ¿Compartes con tu familia o amig@s cómo Jesús está presente para ti y cómo te está bendiciendo?
 
¿Alguna vez te sientes atormentad@ por la culpa del pasado, por la incapacidad de hacer lo que deseas hacer o por el miedo al futuro? ¿Sientes a veces que estás viviendo en una tumba, en una situación sin vida? Si es así, puedes identificarte con el desafortunado endemoniado. Puedes sentir que Jesús está lejos, pero corre hacia él y pídele que te libere. Él quiere que seas libre y te sanará. Entonces tú también puedes “ir a casa con tus amig@s y decirles cuánto ha hecho el Señor por ti”.
 
Esta escena nos presenta un ejemplo muy poderoso de Jesús liberando a alguien de los demonios que lo poseían. La historia se vuelve más relevante cuando reconocemos que tod@s tenemos demonios que nos poseen y que afectan nuestra relación con Jesús.

Hoy, tómate un tiempo y recuerda las muchas bendiciones que has recibido a lo largo de tu vida. Pueden ser los regalos de la familia, la buena salud, un buen trabajo o querid@s amig@s. Agradece a Jesús por la abundancia de tus bendiciones. La mayoría de ellos pueden parecer pequeños obsequios; sin embargo, las cosas buenas a menudo vienen en envases pequeños.
 
Bendiciones,

Luis+