¿Cómo recibo a Jesús?

 
Lectura: Cuando hubieron cruzado, desembarcaron en Genesaret y anclaron allí. Tan pronto como salieron de la barca, la gente reconoció a Jesús. Marcos 6:53-54.
 
Buenos días, feliz lunes y muchas bendiciones mi querida familia.
 
El Evangelio de hoy (Marcos 6:53-56) tiene solo 3 versículos. Esta puede ser la lectura más corta del leccionario. El Evangelio comienza cuando Jesús y sus discípul@s llegan al otro lado del lago. Cuando bajaron de la barca, Jesús fue reconocido como el maestro y sanador que mucha gente había escuchado. A medida que se corrió la voz sobre la predicación y la curación de Jesús, muchas personas comenzaron a reunirse. Trajeron a sus familiares y seres querid@s a Jesús para que los curara. Y Marcos dice que todas las personas que fueron tocados por Jesús ese día fueron sanadas.
 
El anhelo y el deseo de curación mueve a la gente a apresurarse y seguir a Jesús. Van a los pueblos, valles y mercados, rogando que puedan tocar el borde de su manto. Llevan a las personas que no pueden caminar en camillas.
 
No importa dónde nos encontremos, somos vulnerables y necesitamos sanación. ¿Hay algo que estoy cargando que puede no ser obvio para l@s demás? Quizás pueda reconocer mi necesidad de oración en esta situación y además de caminar con otr@s en este camino de vida.
 
¿Cómo reaccionaríamos si Jesús se nos apareciera hoy? ¿Lo buscaríamos y le pediríamos que nos sanara? ¿Cuál es la curación que pediríamos? ¿O seríamos escépticos y miraríamos a Jesús desde una distancia segura? ¿Qué es lo que podría impedirnos acercarnos a Jesús y pedirle lo que deseamos: miedo, ¿un sentido de indignidad, escepticismo o timidez?
 
La realidad es: ¡Jesús está entre nosotr@s hoy y todos los días! Sin embargo, es posible que no lo “veamos” como lo hizo la gente en Su época. Sin embargo, si tenemos “ojos de fe”, veremos y experimentaremos a Jesús. Y Él nos regalará la gracia que necesitamos para este día. Sin embargo, ¡necesitamos tener ojos abiertos y corazones creyentes! También debemos estar atent@s a Jesús. Necesitamos esperar que Él venga a nosotr@s. Cierto, no sabemos el día ni la hora. Sin embargo, si estamos “despiert@s”, ¡experimentaremos a Jesús de alguna manera hoy! ¡Estar alerta! ¡Él viene!
 
El magnetismo de Jesús es extraordinario. ¿Comparto el entusiasmo de la multitud o echo de menos la acción? ¿Qué dificultades supero para llegar a él, como levantarme más temprano para orar, ir a visitar a las personas enfermas o dedicar tiempo de calidad en un día ocupado para sentarme con él?
 
¡Imagínate que Jesús aparece en su mercado! ¿Cuál sería la reacción? ¿Pretende Marcos que veamos que los mercados del mundo podrían ser un centro para el poder divino y la sanidad, si el evangelio estuviera vivo en ell@s? ¿Cómo acojo a Jesús? Como un hombre; un sanador; un amigo - como Dios? Piensa y ora al respecto.
 
Bendiciones,
 
Luis+