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¡Qué cambio de vida debe haber sido para esta mujer!

 
Lectura: Como seguían preguntándole, él se enderezó y les dijo: “Cualquiera de ustedes que esté libre de pecado, sea el primero en arrojarle la piedra”. Juan 8:7.
 
Buenos días, feliz lunes y muchas bendiciones mi querida familia.
 
El evangelio de hoy (Juan 8:1-11) es el encuentro de Jesús con la mujer que había sido sorprendida en adulterio. Estaba enseñando en el área del templo cuando los fariseos se le acercaron trayendo a una mujer que había sido sorprendida en adulterio. Colocaron a la mujer justo en medio de la multitud. Imagina cómo se sintió esta mujer. ¿Cuáles son las emociones que experimentaría si alguien te llevara a donde hay una multitud de personas y luego le contaran a estas personas sobre todos los errores que has cometido? ¡Supongo que la mayoría de nosotr@s estaríamos humillad@s, enojad@s y tal vez asustad@s!
 
Los fariseos comienzan citando la ley a Jesús (como si Jesús no conociera la ley). Le dicen que la ley de Moisés decía que toda mujer debía ser apedreada por su adulterio. (Nota: la lapidación no se aplicaba al hombre que también había cometido adulterio). La única persona apedreada sería la mujer.
 
Los fariseos quieren oír lo que Jesús cree que debería ser su castigo. Por supuesto, solo estaban probando a Jesús. Esperaban encontrar causa en su respuesta que luego daría motivo para arrestarlo. Este fue el único propósito de su encuentro con Jesús. Sin embargo, Jesús se dio cuenta de que los fariseos simplemente estaban tratando de atraparlo. Sabía que, si se desviaba de la Ley de Moisés, lo acusarían y muy probablemente lo arrestarían.
 
Jesús elige un curso de acción inusual. Simplemente se inclina y comienza a escribir en la tierra. Su acción tomó a los fariseos por sorpresa. ¡Esta no fue una respuesta! Entonces, continúan haciéndole a Jesús la misma pregunta. Finalmente, Jesús responde simplemente diciéndoles a los fariseos que quien esté libre de pecado, debe arrojar la primera piedra a la mujer. ¡Y uno por uno, los fariseos se escabulleron! ¿Experimentaron alguna vergüenza por lo que le habían hecho a esta mujer? ¿O simplemente estaban furiosos porque Jesús los había vencido?
 
Entonces Jesús le pregunta en voz baja a la mujer adónde se habían ido todos. ¿Alguien la había condenado? Esta mujer debe haberse asombrado de que alguien, un hombre, la haya defendido. Ella sabía que había pecado, pero este hombre, Jesús, la había protegido de los fariseos. Entonces la mujer respondió a la pregunta de Jesús simplemente diciendo: ¡Nadie había hecho algo así por ella en toda su vida!
 
¿Con quién te identificas más en esta historia? ¿La mujer adúltera que, aunque culpable, no merecía la muerte por lapidación? (Además, ¿dónde estaba su compañero en el adulterio? ¿No era él igualmente culpable?) ¿O te ves a ti mism@ en aquellos que la condenaron, la avergonzaron públicamente y estaban dispuestos a apedrearla? ¿O te identificas con Jesús, quien le habló amablemente, se negó a condenarla y simplemente la animó a llevar una vida más moral en el futuro? La misericordia es una alta prioridad en el sistema de valores de Jesús. ¿Hay alguien con quien estés llamado a ser misericordios@ (perdonador/a)?
 
Bendiciones,
 
Luis+

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Lunes, Abril 4, 2022 - 15:45

Ministerio en el tiempo del Coronavirus (Covid 19): Prevenir, curar y acompañar

Ahora tenemos que darle forma a lo que algun@s han comenzado a llamar; La Iglesia en Casa. Aunque yo me sigo preguntando; ¿qué hacen quienes no tienen un hogar? Por esto a la misma vez, estoy declarando desde hoy en nuestra Iglesia Santa Cruz una jornada de cuaresma de oración, ayuno y leer la Biblia en el Tiempo del Coronavirus.

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