¿Qué creemos acerca de Jesús?

 
Lectura: Aunque ustedes no lo conocen, yo lo conozco. Si dijera que no, sería un mentiroso como tú, pero lo conozco y obedezco su palabra. Juan 8:55.
 
Buenos días, feliz jueves y muchas bendiciones mi querida familia.
 
En el evangelio de hoy (Juan 8:51-59) Jesús está dialogando con los judíos. Jesús les dice que, si realmente cumplen su palabra, nunca verán la muerte. Imagínese cuán asombrados deben haber estado todos con las palabras de Jesús. ¿Nunca ver la muerte? ¿Qué estaba pensando Jesús? Tod@s en la tierra entendieron que en algún momento en el futuro morirían. ¡Este era el curso natural de la vida!
 
Naturalmente, los judíos pensaron que Jesús estaba loco. ¿Realmente creía que no moriría? ¿Realmente pensó que era más grande que Abraham o los profetas? Todos los profetas, por grandes que fueran, murieron. ¿Por qué Jesús pensó que era diferente? ¿Jesús creía que era más grande que los profetas?
 
Cuando Jesús responde a los judíos, no responde a las críticas que le hacen. Más bien Jesús habla de su Padre. Les dice que su Padre es quien lo glorificará. Jesús también dice que, aunque los judíos creen que conocen a Dios, en realidad no conocen a Dios. Jesús, sin embargo, tiene una relación profunda con Dios. Entonces Jesús va demasiado lejos. Les dice a los judíos que su padre Abraham se había regocijado al ver su día. Sus oyentes estaban asombrados e incrédulos. ¡Jesús realmente estaba loco!
 
Ponte en los zapatos de los judíos. Si alguien te dijera lo que Jesús les dijo a los judíos, ¿le creerías? ¿O pensarías que estaban delirando y tal vez se había vuelto locos? Lo más probable es que pensemos que están locos o son fanáticos. Después de todo, para los judíos, Jesús era simplemente otro predicador itinerante. ¿Por qué deberían pensar que Jesús estaba por encima de la norma de los predicadores? Después de todo, sonó bastante loco cuando dijo que existía antes de Abraham. Eso era imposible. El evangelio de Juan en general hace todo lo posible para ayudarnos a creer que Jesús no solo vino de Dios, sino que es Dios. El final del capítulo 8 que tenemos hoy señala las grandes dificultades que tuvieron las autoridades para creer eso. La gente común se volvió hacia sus milagros y los aceptó como de la mano de Dios.
 
Asimismo, el evangelio de hoy destaca la diferencia entre el camino de Jesús y el camino de las autoridades. La manera divina de mirar las cosas es el sentido profundo que Jesús da vida. Su declaración “antes que Abraham existiera, Yo Soy” señala esta diferencia. Pídele a Jesús que te ayude a creer en su encarnación al darnos el regalo de sí mismo.
 
¿Qué creemos acerca de Jesús? ¿Nos hemos distanciado de él? ¿O seguimos creyendo y confiando en Jesús? ¿O simplemente lo damos por sentado? Hoy te invito a detenerte y reflexionar sobre quién es Jesús para ti en este momento de tu vida. ¿Estás satisfech@ con la relación que tienes con Jesús? Si no, ¿cómo le gustaría que cambiara? Entonces, ¿darás algunos pasos para restablecer una relación cercana con Jesús? ¡Jesús está justo a nuestro lado, esperándonos!
 
Bendiciones,
 
Luis+