Jesús busca atraer a quienes lo escuchan a una relación profunda.

 
Lectura: Y Jesús les dijo: “Yo soy el pan de vida. El que viene a Mí nunca tendrá hambre, y el que en Mí cree nunca tendrá sed. Juan 6:35.
 
Buenos días, feliz miércoles y muchas bendiciones mi querida familia.
 
Hoy (Juan 6:35-40) Jesús le dice a la multitud: “Yo soy el pan de vida”. Jesús también dijo que cualquiera que venga a Él nunca tendrá hambre ni sed. ¿Entendieron realmente las multitudes lo que Jesús estaba diciendo? ¿Se dieron cuenta de que Jesús no estaba hablando literalmente? Jesús no estaba hablando de comida y bebida que consumimos. Más bien, Jesús estaba hablando de nuestra hambre y sed espiritual.
 
Jesús habla de este amor incondicional que brota de Dios y del Hijo hacia nosotr@s. Confiando en que esta conexión nos llevará a la vida eterna, estamos invitad@s a entregarnos a este amor. Jesús quiere compartir el pan de vida con nosotr@s donde todas nuestras necesidades serán satisfechas. Doy gracias por este llamado a seguir a Jesús y por todos los dones que me han sido dados. Ayúdame a dejar ir la tentación de ir solo y ver claramente dónde está el pan de vida para mí.
 
Es la voluntad de Dios que nada se pierda; que mire todo lo que es bueno como un don de Dios y una invitación a abrazar la vida que Dios ofrece. ¡Cuánto le ofreces a Dios cada día! Ruego que todas las personas bendecidas se den cuenta de que su identidad y su destino están en Dios.
Covid 19 nos ha enfatizado cuán esencial es la presencia 'real' de cada un@ de nosotr@s para el otr@. Esta es una invitación a reflexionar sobre la belleza y el don vivificante que es estar presente para otr@ en el servicio.
 
¿De qué tienes hambre? ¿Es amor, amistad, estabilidad financiera, una familia sana y feliz? L@s seres human@s tenemos muchas hambres; sin embargo, a menudo tratamos de satisfacer nuestras ansias más profundas con dinero, cosas materiales, personas e incluso comida o bebida. Sí, estas cosas nos satisfacen hasta cierto punto; sin embargo, nuestra hambre más profunda es de Dios. Podemos tener todo el dinero del mundo y una multitud de amig@s, pero si Jesús no es parte de nuestras vidas, nada más nos satisfará jamás.
 
Jesús busca atraer a quienes lo escuchan a una relación profunda. Les pide que crean en sus maravillosas promesas sobre la vida eterna. Jesús, me invita a participar en una vida que es indestructible. Debo compartir la vida misma de Dios. Este compartir ya ha comenzado. Que mi vida y oración sean testigos de que pertenezco donde tú estás. Llévame a mí, y a tod@s l@s demás, a casa contigo.
 
Hoy, pregúntate a ti mism@: ¿De qué tengo verdadera sed? ¿Qué anhelo? ¿Anhelo a Dios? ¿Cómo experimento ese anhelo? La realidad es que no importa cuánto tengamos o cuántas personas amemos, solo Dios saciará nuestra hambre y nuestro anhelo. ¿Escogeré pasar tiempo con Dios hoy para satisfacer mi anhelo más profundo?
 
Bendiciones,
 
Luis+