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¿Recuerdas algún momento de tu vida en el que realmente experimentaste que Jesús te encontró?

 
Lectura: Yo soy el pan vivo bajado del cielo. El que come de este pan vivirá para siempre. Este pan es mi carne, que yo daré por la vida del mundo”. Juan 6:51.
 
Buenos días, feliz jueves y muchas bendiciones mi querida familia.
 
En el Evangelio de hoy (Juan 6:44-51), se nos recuerda que no somos nosotr@s l@s que encontramos a Jesús. Juan escribe: ¡Dios, el Padre (o Madre), ¡nos atraerá hacia el Ser de Dios! Dios siempre viene a nosotr@s primero, mucho antes de que siquiera pensemos en venir a Dios. Dios ha estado con nosotr@s siempre, quizás incluso antes de que estuviéramos en el útero. Y es Dios quien continuamente nos busca y nos encuentra cuando nos hemos desviado.
 
Jesús llega ahora al clímax de su discurso: ahora habla del gran misterio de la Eucaristía. Este es el verdadero significado de la multiplicación de los panes: la abundancia y el poder que muestra no es más que un signo de algo inconmensurablemente más maravilloso: Jesús se da a sí mismo como nuestra comida y bebida. Pido la gracia de profundizar en este gran misterio de nuestra fe, con espíritu de asombro y gratitud.
 
‘Yo resucitaré a esa persona en el último día’. La fe es lo que hace que mi vida dure para siempre, trae plenitud a mi vida. Doy gracias a Jesús por ofrecerse por mí y por llamarme a creer en él. Estoy asombrado de lo importante que soy para Dios: me atrae a Jesús, quien me resucitará en el último día.
 
¿Recuerdas algún momento de tu vida en el que realmente experimentaste que Jesús te encontró? ¿Qué estaba pasando en tu vida en este momento? ¿Cómo fue esta experiencia? ¿Fue pacífico, alegre o inquietante? ¿O experimentó una variedad de emociones y pensamientos?
 
Jesús nos dice que sólo Él es el pan de vida. Sí, podemos comer maná o pan. Sin embargo, en poco tiempo, una vez más tenemos hambre. La comida “terrenal” no satisface verdaderamente nuestra hambre. Tómate un momento y pregúntate: ¿cuál es tu experiencia cuando recibes el pan de vida? ¿Simplemente lo consume sin pensar ni orar? ¿O entiendes y crees que, en ese mismo momento, verdaderamente estamos recibiendo a Jesús, nuestro Señor y Dios? ¿Experimentas ese momento como santo y sagrado? ¿O es algo que haces sin pensar?
 
¡Jesús vino a la tierra por nosotr@s! ¡Y Jesús murió por nosotr@s, por ti y por mí, para que podamos vivir verdaderamente! Jesús nos dio el sacramento de su cuerpo y sangre para sustentarnos y agraciarnos. Hoy, que tomemos unos momentos y nos sentemos con el regalo que Jesús nos da en la Eucaristía. ¡Cuando recibimos el pan y el vino, estamos recibiendo a Jesús!
 
Todas nuestras prácticas de oración, nuestras liturgias, disciplinas y hábitos, son como autobuses escolares; nos llevan a donde ocurre un tipo especial de aprendizaje: necesitamos estar presentes, list@s, ansios@s de ir a recibir la verdad. Jesús nos dice que Dios quiere ser el maestro de cada persona, desea hablar de corazón a corazón.
 
Bendiciones,
 
Luis+

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Jueves, Mayo 5, 2022 - 10:30

Ministerio en el tiempo del Coronavirus (Covid 19): Prevenir, curar y acompañar

Ahora tenemos que darle forma a lo que algun@s han comenzado a llamar; La Iglesia en Casa. Aunque yo me sigo preguntando; ¿qué hacen quienes no tienen un hogar? Por esto a la misma vez, estoy declarando desde hoy en nuestra Iglesia Santa Cruz una jornada de cuaresma de oración, ayuno y leer la Biblia en el Tiempo del Coronavirus.

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