¿Es la fe es un desafío para mí?

 
Lectura: “¿Crees ahora?” Jesús respondió. “Viene un tiempo, y de hecho ha llegado, en que seréis esparcidos, cada uno por su lado. Me dejarás solo. Sin embargo, no estoy solo, porque mi Padre está conmigo. Juan 16: 31-32.
 
Buenos días, feliz lunes y muchas bendiciones mi querida familia.
 
En la lectura del Evangelio de hoy (Juan 16:29-33), Jesús continúa preparando a l@s discípul@s para su partida de ell@s y de este mundo. L@s discípul@s creen que entienden completamente de lo que Jesús está hablando. Jesús les pregunta: “¿De verdad creen?”
 
Jesús entonces predice que llegará el momento en que tendrán tanto miedo que lo dispersarán y lo abandonarán. A pesar de sus protestas, Jesús sabe que al final acabará solo. Sus discípul@s no tienen ni idea de lo que sucederá. Realmente creen que nunca abandonarán a Jesús. Sin embargo, cuando llega el momento y la amenaza es grave, la mayoría de ell@s se dispersan.
 
Jesús conoce bien a sus discípul@s. Él sabe y cree que realmente lo aman. Jesús no tiene ninguna duda al respecto. Sin embargo, también entiende que son humanos y cuando la amenaza se vuelve grave y posiblemente letal, huirán. El regalo para Jesús es que a pesar de todo lo que sucederá, Jesús está en paz. Jesús tiene al Padre/Madre y Jesús confía profundamente y sabe que Su Padre/Madre nunca lo dejará.
 
Ciertamente no podemos acusar a Jesús de engañarnos para que lo sigamos. En otro lugar habla de llevar nuestra cruz todos los días y seguirlo, aquí habla de la persecución que enfrentarán sus seguidor@s. No debería sorprenderme si vivir el Evangelio encuentra algunas dificultades. Oro por aquell@s que están sufriendo una persecución grave, incluso peligro para sus propias vidas.
 
Sin embargo, Jesús también hace una declaración igualmente fuerte: ¡Ánimo! Yo he vencido al mundo. No dice, venceré al mundo, ¡pero ya lo he vencido! Y me invita a compartir los frutos de esta victoria.
 
¿Creemos que Dios nuestro Padre/Madre nunca nos dejará? En medio de la agitación, ¿tenemos algo de paz y seguridad de que saldremos adelante de esta situación, creyendo que Dios está con nosotr@s? Si somos capaces de confiar en la presencia de Dios con nosotr@s, esta creencia nos fortalecerá y nos permitirá saber y comprender que nunca estamos sol@s.
 
Hoy hablo con Jesús de mis miedos, sean los que sean, y le pido que me de fe en su poder para vencerlos a todos. Jesús quiere que tengamos paz. La paz es una palabra pequeña de seis letras, pero el regalo de la paz es indescriptible e invaluable. Si verdaderamente deseamos la paz, Jesús nos regalará esta gracia especial. ¿Pediremos este regalo?
 
¿Es la fe un desafío para mí? ¿En qué manera? ¿Me siento en buena compañía entre l@s discípul@s que son “aprendices lent@s”? ¿Hay algún sentido en el que la fe esté siempre “más allá”? Más allá de lo que sé, ¿qué puedo imaginar o incluso esperar?
 
Bendiciones,
 
Luis+