El mandato de Jesús de tratar a l@s demás como deseas que te traten es contracultural en nuestro mundo.

 
Lectura: Así que, en todo, haz a los demás lo que quieras que te hagan a ti, porque esto resume la Ley y los Profetas. Mateo 7:12.
 
Buenos días, feliz martes y muchas bendiciones mi querida familia.
 
En el pasaje del evangelio de hoy (Mateo 7:6.12-14), Jesús usa una imagen que la mayoría de nosotr@s nunca hemos usado en nuestras vidas. Jesús les dice a sus discípul@s: “No den a los perros lo santo y no arrojen sus perlas delante de los cerdos, no sea que las pisoteen y los despedacen”.
 
Entonces Jesús pasa a un mensaje más positivo. Instruye a sus discípul@s a tratar a l@s demás como ell@s quieren que los traten a ell@s. La enseñanza de Jesús se corresponde con el dicho familiar: “Haz a l@s demás lo que quieras que te hagan a ti”. Sin embargo, esto no siempre es tan simple como parece. Piensa en alguien que te ignore o te critique. O piensa en una persona que simplemente no te gusta, que te pone de los nervios o que desea más de ti de lo que deseas dar. ¿Qué tan fácil es tratar a esas personas como deseas que te traten a ti?
 
Aquí escuchamos un eco de Deuteronomio 30: “He puesto delante de ti la vida y la muerte… Elige la vida para que vivas tú y tu descendencia, amando al Señor tu Dios”. Pido a Dios que me revele la dirección de mi vida.
 
La puerta estrecha. Un dicho duro y desafiante, pero puedo encontrar consuelo en las palabras de una de las cartas de San Pedro que dice que “el Señor… es paciente con nosotrs, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos lleguen al arrepentimiento”.
 
El mandato de Jesús de tratar a l@s demás como deseas que te traten es contracultural en nuestro mundo. ¿Cómo quieres que te traten l@s demás: con respeto, reconocimiento e interés? Supongo que tod@s deseamos ser tratad@s de esta manera. Sin embargo, cuando se trata de hacerlo nosotr@s mism@s, a menudo no es tan fácil como parece. A menudo es más fácil juzgar a l@s demás o tratarl@s como nos tratan a nosotr@s.
 
Recuerda un momento de tu vida en el que te trataron con respeto. ¿Cómo me sentí? Hubo una época de mi vida en la que no me trataron con respeto; ¿Cómo me sentí? Habla con Jesús sobre estas dos experiencias. Recordar momentos en mi vida cuando traté a alguien con respeto; alguien me trató de manera irrespetuosa: ¿cómo me hicieron sentir estas experiencias? Habla con Jesús acerca de esto.
 
¿Quizás estoy luchando con una relación en la que realmente quiero comportarme con respeto y lo encuentro muy desafiante? Habla con Jesús sobre tu situación y lo que anhelas. Hoy l@s invito a estar verdaderamente presentes en las personas con las que se encuentran y a tratarlas como desean ser tratad@s. Es posible que solo tenga unos minutos con una persona, puede aprovechar al máximo esos minutos. Tu tiempo y atención pueden ser un gran regalo para esa persona. ¡En esos minutos, usted también puede recibir un regalo!
 
Bendiciones,
 
Luis+