Título: ¡Sé generos@ con tu sonrisa, felicidad, amor y atención!

 
Lectura: Mientras vas, proclama este mensaje: “El reino de los cielos se ha acercado”. Sanad enfermos, resucitad muertos, limpiad leprosos,[a] expulsad demonios. Gratis has recibido; dar libremente Mateo 10:7-8.
 
Buenos días, feliz jueves y muchas bendiciones mi querida familia.
 
En el Evangelio de hoy (Mateo 10, 7-15), Jesús continúa su instrucción a sus discípul@s. Les dice que deben proclamar este mensaje: “El Reino de los cielos se ha acercado”. Jesús empodera a l@s discípul@s para curar a l@s enferm@s, resucitar a los muertos, limpiar a l@s lepros@s y expulsar demonios.
 
Jesús envía a sus apóstoles a predicar en la pobreza. Nos resulta difícil aceptar que un apóstol o apóstola pobre sea eficaz, y tendemos a confiar demasiado en tener medios poderosos para tener un impacto. Oro por sabiduría en esta área y por crecer en la radicalidad del Evangelio. Te pido esto por mí y por toda la Iglesia y sus líderes.

Jesús entonces instruye a sus discípul@s a viajar ligero. No deben llevar consigo dinero, ropa extra ni sandalias. Jesús l@s llama a confiar en la generosidad de las personas a las que servirán. Deben confiar y creer que se les proporcionarán lo que necesitan. Me pregunto si l@s discípu@os estaban asombrad@s, sorprendid@s o ansios@s cuando escucharon las instrucciones de Jesús. Después de todo, ¿no deberían llevar algo para su viaje, por si acaso?
 
Si somos discípul@s de Jesús, hoy Él también nos empodera con la capacidad de curar enferm@s, resucitar muertos, limpiar lepros@s y expulsar demonios. Ahora tómese un momento y pregúntese: ¿Cómo puedo ayudar a alguien que está luchando? ¿Qué puedo hacer para compartir alegría, esperanza y consuelo con las personas que encuentro hoy?
 
Jesús invita a sus discípul@s a vivir con el riesgo de depender de l@s demás. Con Jesús, reviso cuánto valoro la independencia y considero cómo es para mí pedir la ayuda que necesito.

L@s seguidor@s de Jesús son enviad@s como mensajer@s de paz, a quienes se les advierte que no mantengan su atención en las heridas o los dolores. Tomo tiempo para hablar con Jesús sobre el polvo que encuentro difícil de sacudir y humildemente pido sanidad.
 
Jesús nos regala abundantemente cada día y nos llama a compartir los dones y las gracias que recibimos con las personas en nuestras vidas y en nuestro mundo. Por lo general, los dones y las gracias que debemos compartir a menudo nos parecen insignificantes: echar una mano, visitar a alguien que se siente sol@ o simplemente sonreír a una persona con la que te cruzas en el supermercado. Estate alerta: hoy se te puede presentar la oportunidad perfecta para compartir su abundancia. ¡Sé generos@ con tu sonrisa, risa, amor y atención! Verdaderamente: ¡no hay “mayores dones”!
 
Sin embargo, Jesús también es consciente de la oposición que su mensaje puede suscitar en l@s demás y prepara a sus discípul@s para la posibilidad del rechazo. No siempre es fácil ser cristian@, y pido una fe fuerte en Jesús y su protección, para poder enfrentar la oposición de una manera como la de Cristo.
 
Bendiciones,

Luis+