Se necesita coraje para admitir errores.

Y el rey se arrepintió mucho, pero a causa de sus juramentos y de sus invitados no quiso quebrantar su palabra con ella. Marcos 6:26.
 
Muy buenos días, feliz lunes y bendiciones mi querida familia.
 
En el Evangelio de hoy (Marcos 6:17-29) recordamos la Pasión de Juan Bautista. Marcos relata el arresto, el encarcelamiento y la muerte de Juan. Es una historia horrible, y refleja las atrocidades que los seres humanos nos perpetramos continuamente un@s a otr@s.
 
El crimen de Juan fue que le dijo sin rodeos a Herodes que no le era lícito casarse con Herodías, la esposa de su hermano. Cuando Herodías escuchó esto, le guardó rencor a Juan y estaba decidida a matarlo; sin embargo, no tenía la autoridad ni los medios para hacerlo. Sin embargo, Herodías era una mujer inteligente, manipuladora y confabuladora, y comenzó a planear cómo vengarse de Juan.
 
Dio la casualidad de que Herodes tenía una celebración de cumpleaños. Había invitado a much@s invitad@s estimad@s a su fiesta. Durante la celebración, la hija de Herodías realizó una hermosa danza que encantó a Herodes y a sus invitad@s. Herodes quedó tan cautivado por su actuación que le dijo a la niña: “Pídeme lo que quieras, y te lo daré, aunque me pidas la mitad de mi reino”.
 
La niña se dirigió rápidamente a su madre y le preguntó qué debía pedirle a Herodes. Su madre inmediatamente dijo: “Pide la cabeza de Juan el Bautista”. La hija de Herodías volvió a Herodes y le dijo que quería la cabeza de Juan el Bautista en una bandeja. Herodes se angustió por su petición. Admiraba a Juan y lo respetaba. Sin embargo, había hecho su juramento y tod@s sus invitad@s habían sido testigos de este juramento. ¿Qué pensarían de él si no cumplía su palabra? Herodes realmente estaba en un aprieto.
 
Finalmente, Herodes dio la orden de decapitar a Juan. Y así sucedió: la cabeza de Juan fue traída a Herodes en un plato. Herodes se lo dio a la niña y la niña se lo dio a su madre.
 
Supongo que a veces tod@s hemos estado en un aprieto. Tal vez se nos pidió que hiciéramos algo que sabíamos que no estaba bien. En algún momento en el futuro, probablemente nos encontremos en una situación similar. Es difícil ponerse de pie y hacer lo correcto cuando hay presión de otras personas para conformarse con lo que hacen. En esos momentos, ¿tendremos la fuerza y el coraje para mantenernos firmes y hacer lo que sabemos que es correcto y justo? ¿O cederemos para complacer a l@s demás o quedar bien?
 
Es importante tomarse el tiempo para recopilar información, orar, reflexionar y calcular las consecuencias antes de tomar cualquier acción o decisión seria. ¿Hay alguna área de tu vida en la que tu deseo o decisión no esté verdaderamente en armonía con el deseo de Dios para ti? Si has tomado decisiones equivocadas que te han impactado negativamente a ti o a otras personas, pide la guía de Dios para reconciliar cualquier dificultad o relación rota.
 
Bendiciones,
 
Luis+