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El ego es una barrera para caminar con Jesús

Buenos días, feliz jueves y bendiciones.

 

Los discípulos de Juan el Bautista vinieron a él y le informaron que (Juan 3:26) "todos vienen a Él [Jesús]". Los comentarios de los discípulos implican que no estaban contentos con esto. Juan el Bautista aprovechó la ocasión para exaltar a Cristo y aclarar una vez más que él no era el Cristo. El Bautista declaró (Juan 2:30): "Él [Jesús] debe aumentar, pero yo debo disminuir". Este evento dio lugar a las palabras de nuestro Evangelio para hoy; Juan 3:31-36. 

 

En este evangelio Juan contrasta a Jesús con Juan el Bautista, "quien es de la tierra, es de la tierra y habla de la tierra". No anula el testimonio de Juan, sino que señala sus limitaciones al contrastarlo con el testimonio superior de Jesús. Si bien Juan el Bautista fue un testigo fiel de todo lo que Dios le confió, no obstante, fue humano. Él solo tenía una comprensión limitada de las cosas de Dios, como lo hacen tod@s l@s humanos de una manera u otra. Pero Jesús habitó eternamente con Dios (17: 5). Debido a que Jesús vino a la tierra desde el cielo y ahora está de regreso en el cielo, exaltado por encima de todos los demás, debemos creer todo lo que nos ha dicho sobre Dios y las cosas celestiales. En otras palabras, todo esto es como una invitación para que aprendamos a poner a Jesús primero en nuestras vidas.

 

Cuando Cristo está por encima de nosotr@s, hay una serie de cambios radicales que tengo que hacer en mi vida para ser catalogado como discípul@. Esto significa que necesitamos tener más de Jesús en nuestras vidas. ¿Cómo se logra esto?

 

Siguiendo el evangelio de hoy necesitamos perder nuestro ego. Ya hemos estudiado sobre Juan el Bautista. Juan el Bautista le había explicado que no estaba en condiciones de atar los zapatos de Jesús. Explicó que su bautismo era diferente al bautismo de Jesús. Entonces, ¿qué hicieron los seguidores de Juan el Bautista? Primero, discutieron con un líder religioso; y luego se quejaron de que Jesús tenía más personas siguiéndolo que Juan el Bautista. Juan el Bautista sabía que no se trataba de sí mismo, sino de Jesús. Si quieres que Jesús se apodere de tu vida; y realmente te guíe en todo lo que haces, es hora de superarte y perder tu ego.

 

Para tener más de Jesús, acepta quién eres. Las personas en este país tienen un problema serio entendiendo que Dios nos hizo a su imagen. Dios creó a hombres y mujeres (hay más); negro, blanco, marrón (hay más); heterosexual, gay, lesbiana, trans (hay más); y podemos continuar identificando las diversidades de la creación de Dios. El asunto es que hay algunas personas que piensan mucho menos de sí mismas y del llamado de Dios en sus vidas. Lo que Dios hace es que te enfoca en lo inútil que eres porque se te olvidas de que, como persona cristiana, tienes el poder de Dios viviendo en ti. Por tu cuenta, no eres nada; pero a través de Jesucristo, puedes hacer todas las cosas que son parte del plan de Dios para ti.

 

Para el Evangelio de Juan, creer está entrelazado con obedecer. Entonces, para nosotr@s, realmente no existe la fe pasiva. Nuestra creencia de que Jesús es Dios hace que el cristianismo sea algo que hacemos. Proclamamos nuestra creencia en Cristo cada vez que vivimos en obediencia a las lecciones que él promulgó ante nosotr@s.

 

Permítanme concluir con esto; Cuando eres obediente, eliges lo mejor de Dios. Y cuando nosotr@s elegimos lo mejor de Dios entonces estamos caminando con Dios.

 

Bendiciones

 

Padre Luis +

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Jueves, Abril 23, 2020 - 11:30

Ministerio en el tiempo del Coronavirus (Covid 19): Prevenir, curar y acompañar

Ahora tenemos que darle forma a lo que algun@s han comenzado a llamar; La Iglesia en Casa. Aunque yo me sigo preguntando; ¿qué hacen quienes no tienen un hogar? Por esto a la misma vez, estoy declarando desde hoy en nuestra Iglesia Santa Cruz una jornada de cuaresma de oración, ayuno y leer la Biblia en el Tiempo del Coronavirus.

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