Jesús siempre entendió su misión como algo a realizar con l@s demás, nunca solo.

 
Lectura: Después de esto, Jesús viajó de un pueblo y pueblo a otro, proclamando las buenas nuevas del reino de Dios.
 
Buenos días, feliz viernes y muchas bendiciones mi querida familia.
 
En el evangelio de hoy (Lucas 8: 1-3) Jesús una vez más está en el camino. Había viajado de un pueblo a otro, siempre proclamando las buenas nuevas del Reino de Dios. Los Doce lo acompañaron en este viaje, así como varias mujeres a quienes Jesús había curado de malos espíritus o enfermedades. Las mujeres eran María, también llamada Magdalena, Juana, Susana y muchas otras. Estas mujeres proveyeron para Jesús y sus discípul@s con sus recursos personales.
 
Hoy se nos recuerda que Jesús fue un predicador itinerante. Dependía de sus amig@s y de la generosidad de las personas que conocía en sus viajes para obtener la comida y el refugio que él y sus discípul@s necesitaban. Normalmente, cuando pienso en l@s discípul@s de Jesús, pienso en los doce apóstoles. Sin embargo, los hombres y mujeres que eligieron seguir a Jesús eran de todas las clases sociales: l@s ric@s, l@s pobres, l@s educad@s y l@s indigentes.
 
También hoy, varias de las mujeres que viajaban con Jesús se nombran: María (Magdalena), Juana y Susana, así como muchas otras mujeres. Jesús había ministrado a estas tres mujeres expulsando a los espíritus malignos y sanando sus enfermedades. En agradecimiento, las mujeres viajaron con Jesús y proveyeron para Jesús y sus discípul@s con sus recursos personales. De una manera muy concreta, a través de su apoyo económico, estas mujeres fueron una parte vital del ministerio de Jesús.
 
Como todos sabemos, el dinero es fundamental. Sin recursos suficientes, estamos discapacitados y no podemos mantener a nuestras familias, comunidades y l@s pobres. Estas mujeres verdaderamente le dieron a Jesús un gran regalo. Su fe en Jesús como el Hijo de Dios vino de lo más profundo de sus corazones. No solo le fueron leales, sino que también se convirtieron en sus discípulas. Lo siguieron por el campo y suplieron sus necesidades y las necesidades de l@s discípul@s
 
Cualquiera que elija seguir a Jesús es un discípulo o discípula Hoy somos las mujeres y los hombres que hemos elegido seguir a Jesús. Y hoy estamos llamad@s a ayudar a las personas necesitadas en nuestras vidas. Podemos hacer esto donando, ayudando a un vecino o vecina, trabajando en una despensa de alimentos o simplemente prestando atención a una persona que necesita algo de apoyo. Si afirmamos ser discípul@s de Jesús, ¿las personas con las que nos encontramos hoy nos reconocerán como sus seguidores?
 
Jesús siempre entendió su misión como algo a realizar con l@s demás, nunca solo. Miro a los que eligió, que parecen un grupo bastante improbable, y me pregunto qué quiere decirnos a través de esta elección.
 
Bendiciones
 
Padre Luis +