Hoy podemos pedirle a Jesús el coraje de hablar y actuar de acuerdo con nuestras creencias, incluso si puede molestar a la otra persona.

Título: Hoy podemos pedirle a Jesús el coraje de hablar y actuar de acuerdo con nuestras creencias, incluso si puede molestar a la otra persona.

Lectura: Pero cuando Herodes oyó esto, dijo: "¡Juan, a quien yo decapité, ha resucitado de entre los muertos!" Porque el mismo Herodes había dado orden de arrestar a Juan, y lo hizo atar y poner en la cárcel. Lo hizo por causa de Herodías, la esposa de su hermano Felipe, con quien se había casado. Marcos 6:16-17.

Buenos días, feliz viernes y muchas bendiciones mi querida familia.

En el Evangelio de hoy (Marcos 6:14-29) aprendemos que Herodes hizo arrestar y encarcelar a Juan, como su esposa Herodías pidió. Herodías había estado casada con el hermano de Herodes, Felipe. Sin embargo, Herodes deseaba a Herodías para sí mismo y finalmente se casó con ella.

El Evangelio de hoy se centra en la historia de Juan el Bautista, Herodes y la esposa ilícita de Herodes, Herodías. Juan los había criticado públicamente a ambos por tener una unión ilícita. Y naturalmente, Herodes y Herodías estaban enojad@s con Juan y su censura. ¿Quién se creía Juan que era? Herodías estaba tan enojada con Juan que quería que lo mataran. Sin embargo, Herodes creía que Juan era un hombre santo. Herodes había disfrutado escuchando a Juan predicar. Por lo tanto, Herodes se negó a que arrestaran a Juan.

Con motivo de su cumpleaños, Herodías ofreció un gran banquete para Herodes. Sin embargo, Herodías tenía otra agenda; ella había ideado un plan. Durante el banquete, la hija de Herodes vino y bailó para Herodes y sus invitad@s. Herodes estaba muy complacido con su hija y quería agradecerle. Herodes le dijo a su hija que podía pedirle cualquier cosa y él se la daría. Como sabemos, su hija consultó con su madre, Herodías. Herodías le dijo que pidiera la cabeza de Juan Bautista servida en una bandeja. Y su hija así lo hizo.

Juan es un maravilloso modelo y guía para nosotr@s. Habló frente a la injusticia. Juan no complacía a la realeza ni a la riqueza. Juan arriesgó su vida por lo que creía.

Supongo que a la mayoría de nosotr@s no nos gusta decir o hacer cosas difíciles. Sin embargo, si realmente nos consideramos seguidor@s de Jesús, a veces esto significa que necesitamos decir la verdad que creemos, incluso si no es la opinión popular. Hoy podemos pedirle a Jesús el coraje de hablar y actuar de acuerdo con nuestras creencias, incluso si puede molestar a la otra persona.

¿Hablamos lo que creemos, especialmente si nuestra opinión o pensamientos se desvían de la norma? ¿O simplemente nos callamos? O si se nos pregunta directamente, ¿falsificamos nuestra respuesta? ¿O simplemente evitamos la pregunta? ¿A quién le cortan la cabeza hoy? ¿Las cabezas de los sin voz, de los desposeídos, de las víctimas de la guerra, de los abortados, de los presos de conciencia?

Bendiciones,

Luis+