¿Estamos dispuest@s a dejarlo todo para seguir a Jesús?

 
Lectura: Jesús lo miró y lo amó. "Una cosa que te falta", dijo. “Ve, vende todo lo que tienes y dalo a l@s pobres, y tendrás tesoro en el cielo. Entonces ven, sígueme. Marcos 10:21.
 
Buenos días, feliz lunes y muchas bendiciones mi querida familia.
 
El evangelio de hoy (Marcos 10:17-27) es la historia del hombre que se acerca a Jesús y le pregunta: “¿Qué debo hacer para heredar la vida eterna?” En lugar de responder la pregunta del hombre, Jesús le hace una pregunta al hombre: “¿Por qué me llamas bueno? Sólo Dios es bueno”. Jesús es un poco brusco con el hombre. Luego le dice: “¡Tú conoces los mandamientos! Haz lo que te dicen los mandamientos”.
 
Sin embargo, el joven no está satisfecho. Le dice a Jesús que ha seguido los mandamientos desde que era un niño pequeño. El joven anhela hacer más que simplemente seguir los mandamientos; anhela algo más profundo. Marcos escribe: “Jesús miró al hombre y lo amó”. ¡Qué declaración tan poderosa y a la vez tierna! Claramente, este joven deseaba darlo todo a Dios y vivir de todo corazón los mandamientos de Dios.
 
Jesús se sorprende del deseo profundo y sincero de este joven e instantáneamente el corazón de Jesús se llena de amor por este joven que tiene hambre de Dios. En respuesta a la pregunta del joven, Jesús le dice que le falta una cosa. Le dice al joven que venda todas sus pertenencias, dé el dinero a l@s pobres y luego venga y lo siga. Esta no era la respuesta que esperaba el joven. Cuando el hombre comienza a comprender lo que Jesús está diciendo, se queda atónito.
 
Quiere seguir a Jesús; sin embargo, nunca esperó que tuviera que regalar todas sus pertenencias y dejar a su familia y amig@s para convertirse en un seguidor itinerante de Jesús. El precio de seguir a Jesús fue demasiado alto para este joven. Finalmente, el joven se alejó de Jesús triste y consternado.
 
Hay muchas cosas que nos pueden atrapar en la vida. Pueden ser posesiones, opiniones, buen nombre, engreimiento. Estas cosas pueden cautivar el corazón humano y el verdadero tesoro puede perderse.
 
El hombre sabía el tipo correcto de preguntas que hacer, pero no se dio cuenta de sus implicaciones. No vio dónde era más vulnerable. ¿Qué pasa con nosotr@s? ¿Estamos dispuest@s a dejarlo todo para seguir a Jesús? A veces, el costo de seguir a Jesús simplemente puede ser demasiado alto para nosotr@s. Es posible que tengamos que dejar atrás todo lo que hemos luchado por construir y asegurar. Sin embargo, ¿somos verdaderamente felices con nuestras vidas? ¿Nuestras posesiones y seguridad realmente nos traen felicidad? Señor, danos el don de la honestidad y la libertad de vivir en la verdad de quién eres tú y quiénes somos nosotr@s, para que podamos tomar buenas decisiones en nuestra vida contigo y para ti.
 
Bendiciones,
 
Luis+