¿Estoy realmente buscando lo que perdura en mis relaciones, o solo busco lo que es frívolo, pero pronto perecerá?

Jesús le respondió: “De cierto, de cierto te digo que me buscas, no porque viste las señales que yo hice, sino porque comiste los panes y te saciaste. Juan 6:26.
 
Buenos días, feliz lunes y muchas bendiciones mi querida familia.
 
Poco después de la alimentación de las 5000 personas (Juan 6:22-29), sus discípulos vieron a Jesús caminando sobre el mar. Al día siguiente, la multitud que estaba reunida se dio cuenta de que Jesús no había subido a la barca con sus discípul@s. ¿Adónde había ido Jesús? Estaban ansios@s por encontrar a Jesús y escucharlo enseñar. ¿También esperaban que Jesús pudiera realizar otro milagro y una vez más alimentarl@s?
 
Cuando la gente se dio cuenta de que Jesús ya no estaba en la zona, subieron a las barcas y cruzaron a Capernaum. Esperaban encontrar a Jesús allí, y Jesús estaba allí. La gente le preguntó a Jesús: “Rabí, ¿cuándo llegaste aquí?” Jesús no respondió a su pregunta. Más bien, Jesús desafió a la gente. Él les dijo: “No me buscáis por las señales y prodigios que he hecho. No, has venido a mí porque comiste hasta saciarte. Entonces Jesús les dice: “No trabajen por comida que se echará a perder. ¡Trabajad por el alimento que permanece para la vida eterna, que el Hijo del Hombre os dará!” Entonces la gente le preguntó a Jesús qué podían hacer para lograr las obras de Dios. Jesús respondió simple y brevemente: “Esta es la obra de Dios: creer en el único enviado de Dios”.
 
¿Creemos verdaderamente en Jesús, el único que Dios nos envió? ¿Creemos en Él con todo nuestro corazón y todo nuestro ser, o simplemente creemos con nuestra mente? Nuestras mentes tienen la capacidad de acumular una gran cantidad de información y comprenderla. Sin embargo, la creencia viene del corazón. El corazón puede entender y creer una verdad que la mente simplemente no puede comprender.
 
Además, Jesús reprende a las multitudes por buscarlo por razones equivocadas: habían tratado de hacerlo rey, ahora lo seguían porque era una especie de celebridad, capaz de alimentar a miles con unas pocas hogazas de pan. Nuestro mundo se deja impresionar con demasiada facilidad por el culto a todo tipo de celebridades, por esto pido sabiduría para ser consciente de la motivación de mis decisiones. ¿Estoy realmente buscando lo que perdura en mis relaciones, o solo busco lo que es frívolo, pero pronto perecerá?
 
'Esta es la obra de Dios, que creáis en el que él ha enviado.' Jesús lo tiene muy claro, quiere que creamos en él, aceptemos su palabra y sigamos su ejemplo. Me dejo tocar por estas palabras y pido la gracia de una fe viva en él.
 
¿Puedes identificarte con la actitud de aquell@s que siguieron a Jesús a través del lago en su deseo de “ver señales”? Poniéndote en escena, ¿cómo crees que podrías haber reaccionado?
 
Bendiciones,
 
Luis+