Jesús ve lo que hay en el corazón y ayuda a cada persona a reconocer sus propios motivos y deseos.

 
Lectura: Pero Jesús, conociendo los pensamientos de ellos, dijo: “¿Por qué pensáis mal en vuestros corazones? Mateo 9:4.
 
Buenos días, feliz jueves y muchas bendiciones mi querida familia.
 
En el Evangelio de hoy (Mateo 9:1-8), Jesús regresó a su ciudad natal. Cuando la gente del pueblo supo que Jesús estaba en casa, le trajeron un paralítico, llevándolo en una camilla. Claramente estas personas tenían fe en el poder de Jesús para sanar a este hombre. Jesús le dijo al paralítico: “Hijo, ten ánimo; tus pecados te son perdonados.”
 
Ahora bien, también había escribas con la gente del pueblo. Los escribas comenzaron a murmurar entre ellos acerca de Jesús. Ellos creían que Jesús estaba blasfemando. ¡Cómo se atrevía Jesús a pensar que tenía el poder de perdonar los pecados! Sin embargo, Jesús sabía lo que estaban pensando. Aunque no le habían dicho una palabra, Jesús podía leer sus pensamientos y sus rostros. Claramente sintió su desaprobación y negatividad.
 
Jesús confrontó a los escribas acerca de sus malos pensamientos. Les preguntó: "¿Es más fácil decir: 'Tus pecados te son perdonados' o decirle al hombre: 'Levántate y camina?' Entonces Jesús se volvió hacia el paralítico y le dijo: "Levántate, toma tu camilla y vete a tu casa." El paralítico se levantó de inmediato, recogió su camilla y se fue a su casa. Todos se llenaron de asombro y la gente comenzó a glorificar a Dios que le había dado tanta autoridad a Jesús.
 
Jesús ve lo que hay en el corazón y ayuda a cada persona a reconocer sus propios motivos y deseos. Aquí, ante Dios, noto lo que es tener mi corazón conocido y hablo con Jesús de lo que está pasando en mi corazón en estos días.
 
Las personas que trajeron al hombre paralítico ante Jesús querían que estuviera sano y completo, como ellos. Jesús no los defraudó, sino que los hizo ver cómo Dios quiere restaurarnos interiormente, para permitirnos estar erguid@s ante Aquel que nos crea en el amor.
¿Hay un escriba crítico dentro de nosotr@s? Supongo que sí. ¿Reconocemos cuando nuestro escriba interior se activa? ¿Reconocemos cuando estamos murmurando? ¿Nuestro escriba interior juzga automáticamente a las demás personas? ¿Alguna vez criticamos a Jesús por lo que hace o por lo que no hace?
 
¡Diariamente, debemos ser conscientes de la voz de nuestro escriba interior y nuestra tendencia a juzgar y criticar a l@s demás, así como a nosotr@s mism@s! Cuando somos conscientes de nuestros pensamientos y críticas, tenemos la oportunidad de dar un paso atrás, cambiar de opinión y dejar de juzgar o criticar. Si hacemos esto conscientemente durante un período de tiempo, podemos llegar a darnos cuenta de que no estamos juzgando a l@s demás con tanta frecuencia como antes. Y quién sabe: puede que nos encontremos más tranquilos y más a gusto.
 
Bendiciones,
 
Luis+