La liberación llega a un hombre poseído por un demonio.

Cállate!” Jesús dijo con severidad. “¡Sal de él!” Entonces el demonio arrojó al hombre delante de todos y salió sin hacerle daño. Lucas 4:35.

Buenos días, feliz martes y muchas bendiciones mi querida familia.

En el Evangelio de hoy (Lucas 4: 31-37), Jesús viaja a la ciudad de Capernaum en Galilea. Cuando llegó allí, enseñó a la gente. Sus oyentes estaban asombrados de su enseñanza. Mientras lo escuchaban, se dieron cuenta de que Jesús era diferente a cualquiera de los maestros que habían escuchado antes. Jesús habló con gran autoridad, autenticidad y, sin embargo, con humildad.

Había un hombre en la sinagoga que estaba poseído por un demonio inmundo. Cuando el hombre escuchó a la gente hablar de Jesús y de las maravillas que había hecho, le gritó: “¿Qué tienes que ver con nosotros, Jesús de Nazaret? ¿Estás aquí para destruirnos? Yo sé que tú eres el Santo de Dios.” Entonces Jesús reprendió al demonio diciéndole: “¡Cállate! ¡Sal de este hombre!” El demonio arrojó al hombre al suelo y luego salió de su cuerpo. El hombre no resultó herido.

Todas las personas que presenciaron esta curación quedaron asombradas y atónitas. Se decían un@s a otr@s: “¿Qué tiene este hombre? ¿De dónde obtuvo esta autoridad? ¿Cómo tiene el poder de exorcizar espíritus inmundos?” Y la noticia de Jesús y su poder para sanar y expulsar los espíritus inmundos se difundió por toda la región.

Toma un momento y pregúntate: ¿Qué son los espíritus inmundos que te poseen? ¿Cómo afectan tu vida estos espíritus inmundos? ¿Deseas ser libre de estos espíritus inmundos? ¿O se han convertido en una parte integral de tu vida? ¿Le has pedido a Jesús que exorcice tus espíritus inmundos?

Si deseas que Jesús reprenda a estos espíritus inmundos, ven a Jesús y pídele que te libre del espíritu inmundo que está destruyendo tu vida. Todos los días ven a Jesús y pídele que te sane. Es posible que no obtenga un milagro inmediato. Sin embargo, puedes notar una diferencia en tu vida, en tus emociones y en tu confianza en Jesús. ¡Jesús está contigo! ¡Abre tu corazón y confía en él!

Ahora, pongamos un poco más de acción a esta historia. ¿Te imaginas lo rápido que se habría difundido la noticia de este evento en Instagram o Twitter hoy? ¿Se habría hecho viral? En muchas partes de nuestro mundo se presta poca atención a quienes hablan con autoridad religiosa. Los valores cristianos, si se viven verdaderamente, tienen el poder de deconstruir los sistemas injustos, de vencer el poder de la codicia y la maldad y hacerlo de manera que no dañen físicamente a aquell@s impulsad@s por necesidades egoístas u otros valores.

¿Cómo te hace sentir que Jesús habló con autoridad y todavía necesita hacerlo a través de nosotr@s? ¿De qué manera has experimentado alguna vez la ayuda del Señor para vencer cualquier “impulso” dañino dentro de ti? Mientras reflexionas sobre este aviso, busca poder compartir con otras personas esta sabiduría.

Bendiciones,

Luis+