¿Me describiría a mí mism@ como una persona que perdona?

 
Lectura: Así que cuídense. “Si tu hermano o hermana peca contra ti, repréndelo; y si se arrepienten, perdónales. Incluso si pecan contra ti siete veces en un día y siete veces vuelven a ti diciendo ‘Me arrepiento’, debes perdonarlos”. Lucas 17:3-4.
 
Buenos días, feliz lunes y muchas bendiciones mi querida familia.
 
El Evangelio de hoy (Lucas 17:1-6) comienza con Jesús nuevamente enseñando a sus discípul@s. Les dice a sus discípul@s que es inevitable que ocurra el pecado. Sin embargo, advierte a l@s discípul@s que no hagan nada que pueda causar escándalo a otra persona o tentar a una persona a pecar. Para Jesús, esta es una de las peores cosas que podemos hacer.
 
Jesús nos dice que, a pesar de nuestros esfuerzos por llevar una buena vida, seguramente tropezaremos. Él entiende esto y de ahí su hermoso don de la Reconciliación. Pero nos advierte del gran daño que hacemos si somos responsables de hacer tropezar a otr@s. Nuestro estar junt@s debe ser para nuestro apoyo mutuo y no para hacer que otr@s se descarríen. Sé agradecid@ por todos aquell@s que, por la gracia de Dios, nos ayudaron a vivir nuestra fe a la sombra de Jesús.
 
Tres veces Jesús se levantó y continuó el Vía Crucis. ¿Puedo llegar a un acuerdo con mis propios caminos de tropiezo? Si puedo, entonces tal vez habrá un poco más de compasión en mi corazón por mi prójim@ igualmente frágil. Darnos cuenta de nuestra propia debilidad y darnos cuenta también de cómo Dios es tan considerada con nosotr@s, nos ayuda a ser más como Cristo cuando necesitamos perdonar a l@s demás.
 
Jesús nos recuerda que seamos conscientes de nuestras palabras, actitudes y acciones. Hoy tengo el potencial de ser una influencia positiva o una influencia negativa en los demás. ¿Qué elegiré? El hecho de que nos hayamos fallado a nosotros mismos y a los demás no nos excusa de un esfuerzo continuo por perdonar y amar. Nunca debemos olvidar que ese proceso comienza con nosotr@s mism@s.
 
Jesús permite nuestras fallas personales, pero advierte contra causar dificultades a l@s demás. Considero como doy buen ejemplo, soy considerado y cariñoso. Pido la ayuda de Dios para no ser ni orgulloso ni descuidado. Jesús les dice a sus discípul@s que estén en guardia. Necesitan ser conscientes de lo que hacen y de lo que dicen. Nuestras palabras y acciones tendrán un impacto positivo o negativo en l@s demás. Jesús nos está recordando que seamos conscientes y sensat@s de nuestras palabras, nuestras actitudes y nuestras acciones. ¡Hoy tenemos el potencial de ser una influencia positiva o una influencia negativa! ¿Cuál será nuestra elección?
 
¿Me describiría a mí mism@ como una persona que perdona? ¿Sé lo que me impide poder perdonar; perdonarme a mí mism@; perdonar a otr@s? ¿Hay alguien en particular que se te ocurra? Lleva todo esto a Jesús. ¿Qué gracia/bendición quiero pedirle a Jesús en este asunto del perdón?
 
Bendiciones,
 
Luis+