Holyrood Church 715 West 179 Street, Upper West side Manhattan, USA, 212-923-3770

Luz en medio de las tinieblas

Buenos días, feliz sábado y muchas bendiciones. 

El evangelio de hoy, Marcos 16: 9-15, trata sobre la esperanza para las personas desesperanzadas. Ayer estaba leyendo una historia sobre un hombre que se subió al puente de Brooklyn y estaba a punto de saltar cuando un policía lo agarró y lo hizo retroceder. El hombre protestó: "No entiendes lo miserable que soy y lo desesperada que es mi vida. Por favor déjame ir." El oficial trató de disuadirlo. Le dijo al hombre: “Te haré esta proposición. Tomas cinco minutos y explícame por qué la vida NO vale la pena vivir, y luego tomaré cinco minutos y explicaré por qué creo que vale la pena vivir la vida tanto para ti como para mí. Si al cabo de diez minutos todavía tienes ganas de saltar, no te detendré. Entonces, el hombre habló durante cinco minutos. El oficial habló durante cinco minutos; y al final de diez minutos, se tomaron de las manos y ambos saltaron del puente juntos. Estas dos personas habían perdido la esperanza como mucha gente en estos días. Con la pérdida de seres queridos, la pérdida de la seguridad financiera o la salud, muchos se tambalean en un mar de desesperación. No fue tan diferente para quienes seguían a Jesús hace casi 2.000 años. La esperanza es la fuerza vital que nos mantiene en marcha y nos da algo por lo que vivir. La esperanza es una parte crucial de lidiar con los problemas de la vida y mantener la fuerza es la cara de los obstáculos. Incluso un rayo de esperanza de que nuestra situación cambie puede mantenernos en marcha. Sin embargo, cuando comenzamos a perder la esperanza, las cosas pueden parecer deprimentes. Cuando nos topamos con una resistencia constante y se nos impide alcanzar nuestras metas, podemos comenzar a sentir que no hay nada por lo que vivir. Si no podemos llegar a donde queremos estar y no sentimos el control de nuestra vida, ¿cuál es el punto?
 
El mensaje central en el evangelio de hoy es que la esperanza se encuentra en situaciones desesperadas cuando "venimos o volvemos a Jesús". Jesús desea que todas las personas vengan a él. No le importa dónde estás en la vida. No le importa tu edad ni lo que haces para vivir. No le importa si lo tienes todo junto o si tu vida se está desmoronando. Él solo quiere que vengas. Pero también, en mi experiencia, hay tres realidades humanas en las que debo trabajar para combatir la desesperanza. La primera es la pérdida de conexión: cuando experimentamos pérdida con el tiempo, podemos comenzar a sentirnos desesperad@s. La segunda es la victimización: cuando somos maltratad@s y menospreciad@s, podemos comenzar a creer que así es como se supone que es la vida. Podemos comenzar a sentir que no tenemos ningún control sobre lo que nos sucede y que siempre ocurrirán cosas malas. Y tercero, agotamiento: si no nos cuidamos, podemos agotarnos y abrumarnos hasta un punto en que la vida parece atropellarnos. Ya no nos sentimos capaces de administrar nuestras responsabilidades y desarrollar una visión negativa y cínica del mundo y de l@s demás. El agotamiento puede llevarnos a sentirnos derrotad@s. Tu tarea para hoy: Jesús ha resucitado, así que no te confundas; en cambio, ten confianza y díle a alguien lo bueno. Bendiciones Padre Luis +

Date news: 
Sunday, April 19, 2020 - 12:15

Ministry at the time of Coronavirus (Covid 19): Prevent, cure and accompany

Now we have to shape what some have started calling; The Church at Home. Although I keep asking myself; What do those who do not have a home do? For this reason, at the same time, I am declaring today in our Holyrood Church a Lenten day of prayer, fasting and reading the Bible in the Time of the Coronavirus.

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