Esta es la paz que ofrece Jesús, no una vida libre de desafíos o sufrimiento

Leer: La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo. Juan 14:27.

Buenos días, feliz martes y muchas bendiciones.

En el evangelio de hoy (Juan 14: 27-31a) Jesús habla desde lo más profundo de su corazón a sus amig@s más querid@s. Se enfrenta a su Pasión. Quiere que sus amig@s sepan que él está con ellos, Dios está con ell@s. El deseo de despedida de Jesús es "¡Paz!" Su regalo de paz no es un estado, sino una relación. Es el fruto de una profunda permanencia en él. Esta relación nunca fallará. Permitirá a l@s discípul@s soportar el sufrimiento y el rechazo.

Una vez más, estas son palabras extraordinarias y conmovedoras. Jesús habla de paz y consuela a sus amig@s, horas antes de que lo arresten y comience su pasión violenta y cruel. Jesús, un criminal político, será víctima de la pax Romana. Esta es la "paz" del Imperio Romano, manteniendo la ley y el orden. La paz que trae Jesús no es nada como esto ...

El corazón de Jesús también estará 'turbado', durante su momento de angustia, en el huerto. Pero por ahora, es él quien impulsa la confianza y la esperanza. Incluso hay algo de humor: 'si me quisieras te habrías alegrado ...'. Una vez más, estamos escuchando estas palabras en el tiempo pascual, sabiendo que la confianza de Jesús en el Padre, o Madre, se ha cumplido. 'Me escuchaste decir: me voy y volveré'. Nos recuerda la hermosa imagen de Jesús, el siervo, que se adelanta a nosotr@s para preparar nuestras habitaciones y regresa para traernos cuando están list@s.

Me pregunto cuántos cristian@s han llegado a comprender realmente el gran hecho de que la paz es nuestra herencia. La paz es lo que nos ha dejado Jesús. Es fundamental y ninguna circunstancia nos lo puede quitar. Eso es lo que Él quiere decir con, yo no les doy como el mundo da. ¿Cómo da la paz el mundo?

Jesús dice: Doy paz en medio de la angustia, en medio de la inquietud, la confusión, la zozobra y la presión. Puedo impartir paz a tu corazón allí mismo, y no como la da el mundo. ¿Por qué? Porque podemos volver a esa relación básica que tenemos: tú en mí y yo en ti. De ahí viene la garantía de que está cumpliendo sus propósitos. Él nos llevará al final de la angustia. Él calmará la tormenta y apaciguará las olas. Descansamos en el barco, content@s, sabiendo, que ninguna agua puede tragarse el barco, donde yace el Amo del océano, la tierra y el cielo. Eso es paz.

La paz os dejo. [Por tanto], añade Jesús, no se turbe vuestro corazón. ¡Eso está dirigido a ti! Significa que no tienes que estar molest@ y ansios@, cansad@ y preocupad@. No deje que se angustien. ¿Cómo? Volviendo a ese lugar de descanso.

¿Me regocijo en la paz que Jesús me da? El amor lo cambia todo, y mis problemas y miedos deben ser puestos en su lugar dentro del amor ilimitado que Dios tiene por mí. Esta es la paz que ofrece Jesús, no una vida libre de desafíos o sufrimiento.

Bendiciones

Padre Luis +