Las únicas riquezas que tomamos de este mundo son las que hemos regalado

 
Lectura: El maestro elogió al administrador deshonesto porque había actuado con astucia… Lucas 16: 8a
 
Buenos días, feliz viernes y muchas bendiciones mi querida familia.
 
En el evangelio de hoy, Lucas 16: 1-8, Jesús tiene otra parábola para sus discípul@s. Es la historia del rico y su mayordomo. Alguien de la casa del rico informó al amo que su mayordomo había malgastado su dinero. Naturalmente, el amo inmediatamente llama a este sirviente y le pide ver una lista de sus gastos y el dinero que había gastado.
 
El sirviente entra en pánico. No esperaba que lo atraparan. Ahora, ¿qué iba a hacer? Fíjense: no se arrepintió. Simplemente quería asegurar su futuro. No tenía las habilidades para convertirse en obrero y no quería terminar en la calle. Entonces, el sirviente ideó un plan. Llama a cada un@ de l@s deudor@s del amo y reduce la cantidad de dinero que le deben.
 
Lo increíble es la reacción del amo cuando descubre la deshonestidad del mayordomo. En lugar de despedir al hombre o encarcelarlo, elogia al mayordomo por actuar con prudencia. En el mundo actual, dudo que sea así como respondería un empleador o empleadora. ¡Es más probable que el mayordomo al menos se quede sin trabajo o tal vez se encuentre en la cárcel!
 
Jesús nos habla de alguien que, habiendo actuado injustamente y habiendo sido denunciado por su patrón, se tomó grandes molestias para hacerse amigo de l@s deudor@s de su amo, renunciando a su comisión sobre las deudas. De esta manera, se preparó para los días de escasez que se avecinaban.
 
Jesús hace hincapié en que nosotr@s también debemos hacer un balance de nuestra posición con Dios. Nosotr@s también tenemos nuestras debilidades, quizás, a veces, derrochando nuestros dones dados por Dios. Al final, nuestro Dios es un Dios de compasión de quien dependemos para el perdón. A veces en nuestras vidas nos encontramos en una situación difícil y aterradora. ¿En estos momentos nos volvemos a Dios? ¿Confiamos en que Dios nos dará otra oportunidad? El regalo es: ¡Dios siempre nos da otra oportunidad! ¡Nuestra parte es confiar en que Dios nunca nos dejará!
 
Esta es mi oración de hoy: Dios, me estás diciendo que sea astuto, usando sabiamente todas las “riquezas” que tengo. Hermanos y hermanas, tener dinero u otras riquezas es una gran responsabilidad. Puedo usarlo de manera egoísta o con sensibilidad a las necesidades de l@s demás. Dios nos dio cosas temporales para usar. Mi riqueza no consiste en lo que guardo sino en lo que entregué. Me juzgarás por cómo utilizo las cosas de las que solo soy un mayordomo. Las únicas riquezas que tomamos de este mundo son las que hemos regalado.
 
Bendiciones
 
Padre Luis +