Hoy Jesús te preguntará (y a mí): "¿Qué quieres que haga por ti?"

Lectura: Jesús se detuvo y ordenó que le trajeran al hombre. Cuando se acercó, Jesús le preguntó: "¿Qué quieres que haga por ti?" Señor, quiero ver ”, respondió. Lucas 18: 40-41.
 
Buenos días, feliz lunes y muchas bendiciones mi querida familia.
 
En la lectura del Evangelio de hoy (Lucas 18: 35-43), escuchamos la conocida historia del ciego sentado junto a la carretera. Jesús se dirigía a Jericó y, mientras viajaba, pasó junto a un ciego que mendigaba al borde del camino. El ciego escuchó que se acercaba una multitud y preguntó a algun@s de los transeúntes: “¿Qué está pasando? ¿De qué se trata la emoción? " Le dijeron que Jesús de Nazaret venía por el camino. Al parecer, el ciego había oído hablar de Jesús. Inmediatamente, comenzó a gritar con una voz extremadamente fuerte: "¡Jesús, Hijo de David, ¡ten compasión de mí!"
 
Las personas que rodeaban al ciego intentaron silenciarlo. Sin embargo, volvió a gritar con voz más fuerte: "¡Jesús, Hijo de David, ¡ten piedad de mí!" Jesús escuchó el llanto del hombre. Se detuvo e hizo que le trajeran al hombre. Jesús le preguntó al hombre: "¿Qué quieres que haga por ti?" El hombre simplemente respondió: “Quiero ver. ¡Por favor déjame ver!" Y como sabemos, Jesús dijo en voz baja al ciego: “Tienes vista; tu fe te ha salvado ". Inmediatamente la vista del hombre fue restaurada y comenzó a alabar y glorificar a Dios.
 
¿Cuál es el impedimento que le pediría a Jesús que sanara si estuviera frente a ti en este momento? Tómate un momento y pregúntate seriamente: ¿qué le pediría a Jesús que hiciera por mí? El desafío es que, por lo general, tenemos más de un impedimento que nos gustaría que Jesús sanara. ¿Cuál es la “ceguera” en su vida que más le afecta a usted y a tus seres queridos? ¿De verdad deseas ser curad@ de esta "ceguera"? ¿O te has sentido cómod@ con esta "ceguera"? ¿O esta "ceguera" te impide notar aspectos de tu vida que podrían perturbar tu sentido de paz o equilibrio?
 
Hoy es una buena oportunidad para que nos preguntemos: ¿cuál es mi ceguera? ¿Estoy list@ para pedir ser sanad@ de mi ceguera? ¿O mi ceguera me protege de alguna manera? La realidad humana es que la mayoría de nosotr@s tenemos la vista. Sin embargo, cada individuo también tiene sus "puntos ciegos". Parece ser una parte integral de tod@s l@s seres humanos.
 
Hoy Jesús te preguntará a ti (y a mí): "¿Qué quieres que haga por ti?" ¿Cuál será tu respuesta? ¿Cuál será mi respuesta? ¡Abre tu corazón a Jesús! ¡Lleva tus anhelos a Jesús! ¡No te fallará!
 
Bendiciones
 
Padre Luis +