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¿Pasamos mucho tiempo orando en la iglesia, pero no amamos mucho fuera de ella?

 

 

Lectura: Jesús les dijo: “De cierto os digo; los recaudadores de impuestos y las prostitutas están entrando en el reino de Dios antes que ustedes. Mateo 21:31.

 

Buenos días, feliz martes y muchas bendiciones mi querida familia.

 

El evangelio de hoy (Mateo 21: 28-32) nos es muy familiar. Es la parábola del hombre que tuvo dos hijos. El padre le dijo a su primer hijo que hiciera el trabajo que se necesitaba en el viñedo. El primer hijo se negó rotundamente a hacer lo que le pedía su padre. Puedo imaginar fácilmente la reacción del padre. ¡Estoy seguro de que no le agradó la negativa de este hijo! Más tarde, sin embargo, el hijo cambió de opinión y se puso a trabajar en el campo. ¿Qué fue lo que le hizo cambiar de opinión? Simplemente no lo sabemos.

 

Luego, el padre fue a ver a su hijo menor y le pidió que trabajara en el viñedo. El hijo menor le dijo a su padre que iría a trabajar al campo. Sin embargo, el hijo menor no cumplió. Después de que su padre lo dejó, cambió de opinión y decidió no trabajar en el viñedo. ¡Quién sabe qué hizo en su lugar! Me pregunto si se sintió culpable por no hacer lo que dijo que haría.

 

Supongo que nosotr@s también hemos estado en la posición de ambos hijos. A veces podemos sentir que Dios nos está pidiendo que entremos en una tarea o situación con la que realmente no queremos lidiar. Inicialmente también podemos negarnos o al menos vacilar en decir que sí. Ojalá que con el tiempo y la gracia también lleguemos a un lugar de aceptación y digamos que sí a lo que Dios parece estar pidiéndonos. Puede que nos lleve algún tiempo llegar a ese lugar de aceptación, pero Dios promete fortalecernos y agraciarnos. ¡Oremos por la gracia de confiar en Dios en estos momentos! ¡Dios no te defraudará!

 

Jesús realmente nos está desafiando en este evangelio. Much@s de nosotr@s le hemos dicho que sí a Dios por nuestro bautismo y ser miembros de la Iglesia, pero ¿podemos decir que siempre cumplimos lo que Dios nos pide que hagamos? ¿Creemos que por ser cristian@s practicantes estamos en una posición privilegiada? ¿Pasamos mucho tiempo orando en la iglesia, pero no amamos mucho fuera de ella? ¿Nos encontramos hablando de manera crítica o condescendiente de cristian@s menos devot@s o de personas que no parecen ser muy morales según nuestras normas?

 

En esta parábola de la que habla Jesús, los recaudadores de impuestos y las prostitutas, los más despreciad@s y rechazad@s por la sociedad, están por delante de los santurrones. Ell@s eran l@s que estaban abiert@s a la palabra de Dios y al cambio. Además, el evangelio nos recuerda algo que a menudo olvidamos, las palabras pueden no tener sentido. Las promesas están vacías cuando no van seguidas de acciones. El primer hijo es arrogante, pero su acción muestra su bondad. El segundo hijo parece cooperativo, pero no cumple su promesa.

 

Posiblemente, después de una reflexión honesta, tengamos que admitir que realmente no estamos en condiciones de sentarnos a juzgar a las demás personas. Al acercarse la Navidad, seamos seguidor@s del Señor tanto en hechos como en palabras.

 

Bendiciones,

 

Luis +

Date news: 
Martes, Diciembre 14, 2021 - 10:45

Ministerio en el tiempo del Coronavirus (Covid 19): Prevenir, curar y acompañar

Ahora tenemos que darle forma a lo que algun@s han comenzado a llamar; La Iglesia en Casa. Aunque yo me sigo preguntando; ¿qué hacen quienes no tienen un hogar? Por esto a la misma vez, estoy declarando desde hoy en nuestra Iglesia Santa Cruz una jornada de cuaresma de oración, ayuno y leer la Biblia en el Tiempo del Coronavirus.

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