¡Que en esta Nochebuena abramos nuestras mentes, ojos y corazones y busquemos profundamente la acción de Dios en nuestras vidas y en las vidas de las personas que amamos!

Lectura: … por la tierna misericordia de nuestro Dios, por la cual el sol naciente nos vendrá del cielo para brillar sobre los que viven en tinieblas y en la sombra de la muerte, para guiar nuestros pies por el camino de la paz”. Lucas 1: 78-79.
 
Buenos días, feliz viernes, Feliz Navidad y muchas bendiciones mi querida familia.
 
La lectura del Evangelio (Lucas 1: 67-79) para esta última mañana de Adviento es la profecía de Zacarías. Es la continuación de la historia del nacimiento de Juan. En la lectura de hoy, Zacarías está lleno del Espíritu Santo. Más tarde, Juan también profetiza que un Salvador vendrá a su pueblo. El Salvador no solo vendrá, sino que también los salvará y los hará libres.
 
Cuando María se enteró de que Isabel estaba embarazada, inmediatamente se apresuró a estar con Isabel. ¡Imagínense la conversación que tuvieron estas dos mujeres! Ambas quedaron embarazadas en circunstancias muy inusuales. Sin embargo, ambas mujeres estaban llenas de completa fe y confianza en Dios, y fe en el milagro que cada una había recibido.
 
José y Zacarías también tenían que ser hombres de profunda fe y confianza en su Dios. ¿Se preguntaron qué más les manifestaría la vida? ¡Sin embargo, confiaban en el Dios que conocían y amaban! ¡Qué fe tenían estos hombres y mujeres en su Dios!
 
Este tipo de sucesos son inusuales en nuestros días. A menudo, si me entero de un milagro, lo cuestiono. Me pregunto si realmente sucedió un verdadero milagro, ya que los milagros parecen ser escasos en la actualidad. Sin embargo, tenemos milagros a nuestro alrededor todo el día, si tenemos la fe y los ojos para verlos y reconocer la acción de Dios.
 
Dios ha venido a rescatar a su pueblo como lo prometió hace mucho tiempo. La promesa aún es válida para nosotr@s. Sea cual sea el problema en el que estemos, Dios viene a salvarnos y podemos estar en paz. Se nos han dado todos los dones que necesitamos para llevar una buena vida. Cuando nos quedamos cort@s, podemos levantarnos y empezar de nuevo. El sacramento de la reconciliación puede ser un gran regalo de curación en esos momentos de nuestra vida.
 
Tod@s podríamos orar para que, en nuestras propias vidas, seamos tan lúcidos como Zacarías al "leer las señales de los tiempos", al captar las pistas de lo que Dios tiene reservado para nosotr@s.
 
¡Que en esta Nochebuena abramos nuestras mentes, ojos y corazones y busquemos profundamente la acción de Dios en nuestras vidas y en las vidas de las personas que amamos! ¡Dios está con nosotr@s! ¡Dios está actuando! La pregunta es: ¿veremos y creeremos?
 
Bendiciones,
 
Luis +