Hoy Jesús nos pregunta: "¿Qué queremos?"

Lectura: Al día siguiente, Juan estaba allí de nuevo con dos de sus discípulos. Cuando vio pasar a Jesús, dijo: "¡Mira, el Cordero de Dios!" Cuando los dos discípulos le oyeron decir esto, siguieron a Jesús. Jesús se dio la vuelta, vio que lo seguían y preguntó: "¿Qué quieres?". Juan 1: 35-38.

Buenos días, feliz martes y muchas bendiciones, querida familia.

El Evangelio (Juan 1: 35-42) comienza hoy con Juan el Bautista de pie con algunos de sus discípulos. Mientras Jesús pasa junto a ellos, Juan dice a sus discípulos: "¡He aquí el Cordero de Dios!" Los discípulos de Juan inmediatamente dejan a Juan y siguen a Jesús. Después de un tiempo, Jesús se dio cuenta de que estos hombres lo estaban siguiendo. Jesús se vuelve hacia ellos y les pregunta ¿qué es lo que quieren? Sin embargo, no responden a la pregunta de Jesús. En cambio, le preguntan a Jesús dónde se aloja. Jesús simplemente les dice que "vengan y vean".

En nuestro texto del evangelio de esta mañana, encontramos una historia de buscadores. Habían sido seguidores de Juan el Bautista, ese renegado radical del desierto. Antes de nuestros versículos de hoy viene el relato de Juan del bautismo de Jesús en el Jordán, junto con la proclamación de que Jesús es "¡el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo!" (Juan 1:29). Al escuchar esta noticia nuevamente en el versículo 36, estos dos discípulos de Juan se apartan de su lado para seguir a Jesús. Entonces, Jesús se da vuelta y se da cuenta de que tiene compañía.

Él hace una pregunta puntual, "¿qué es lo que quieren?" Sin embargo, su pregunta no tiene el tono de alguien que está molesto o preocupado por ser seguido. Y su pregunta no es puramente transaccional, como podría recibir de un empleado de una tienda que quiere ayudarte a encontrar algo mientras miras fijamente el pasillo. En cambio, esta fue una pregunta existencial que desafió a quienes la escucharon a considerar esas grandes preguntas sobre el propósito de la vida. Es una invitación para que estos hombres mencionen sus intenciones y declaren un propósito y una dirección para sus acciones.

Los discípulos responden a la pregunta de Jesús no con una respuesta a su pregunta, sino llamándolo rabino. En esto, proclaman quién es Jesús de una manera relacional. Su afirmación sigue a la proclamación de Juan de que este es el Cordero de Dios que quita los pecados del mundo con algo más personal que los pone en relación con el que será el Mesías. Lo declaran su maestro y toman su lugar como sus alumnos. Indican un deseo de permanecer con él, presumiblemente de aprender lo que tiene que enseñarles. Nunca responden a su pregunta sobre lo que buscan. En cambio, intentan averiguar cómo permanecer en su presencia. Es como si la pregunta de Jesús "¿qué es lo que quieren?" es más una invitación abierta para ellos, y aprovechan la oportunidad con entusiasmo.

Hoy Jesús nos pregunta: "¿Qué queremos?" Tómate un momento y pregúntate: ¿qué estás buscando en este momento de tu vida? ¿Qué necesitamos o deseamos tú (y yo)? No siempre nos tomamos el tiempo para reflexionar sobre nuestros deseos. ¿Simplemente deseamos más dinero, fama o influencia? ¿O anhelamos la paz, la esperanza o el contentamiento? ¡Tod@s tenemos necesidades y deseos! Sin embargo, hoy Jesús está esperando escuchar nuestra respuesta a Su pregunta. ¿Qué le diremos?

Bendiciones

Luis +