Jesús, ayúdame a ser tan generos@ como tú

 
Lectura: Al que tiene, más se le dará; al que no tiene, aun lo que tiene le será quitado.” Marcos 4:25.
 
Buenos días, feliz jueves y muchas bendiciones mi querida familia.
 
En el Evangelio de hoy (Marcos 4:21-25), Jesús continúa su predicación usando metáforas. Pregunta a sus discípul@s: “¿Se trae una lámpara para ponerla debajo de un celemín o debajo de una cama? ¿No debería colocarse una lámpara sobre un candelero para que la luz llene la habitación?” Entonces Jesús dice: “No hay nada oculto que no haya de hacerse visible. Y no hay nada secreto que no salga a la luz”.
 
Jesús les dice a sus oyentes: “El que tenga oídos, que oiga”. Luego agrega: “Cuida lo que escuchas”. Jesús también advierte a sus discípul@s: “La medida con que midáis, os será medida. Y aún más se os dará. A l@s que más tienen, más se les dará. Y al que no tiene, se le quitará lo que tiene”.
 
Jesús usa la imagen de una lámpara y una luz para describir quiénes deben ser l@s discípul@s para el mundo. Deben ser luz para el mundo. Jesús también nos llama a cada un@ de nosotr@s a ser luz en nuestro mundo. Ahora tómate un momento y pregúntate: "¿Cómo puedo arrojar luz en el mundo?" Lo más probable es que muchas de las formas en que nos esforzamos por hacer esto nos parezcan insignificantes. Sin embargo, pequeños rayos de sol todavía iluminan el mundo. Nuestro mundo necesita sol y esperanza. Hoy te invito a compartir un poco de sol con las personas que encuentres y a notar las formas en que otr@s comparten el sol contigo.
 
Está claro que en la lectura del Evangelio de hoy se nos dice que las buenas noticias deben ser compartidas. Tal vez te gustaría pasar algunos momentos en oración, reflexionando sobre tus recuerdos de alguien que encarnó las buenas noticias sin nunca "predicarlas" explícitamente.
 
El dicho de Jesús sobre 'la medida que das' parece una variación de 'solo obtienes lo que das'. Lo que Jesús quiere decir es que la persona que busca obtener una percepción espiritual de lo que está diciendo, esa percepción aumentará al exponerse a sus parábolas, mientras que quien no escuche a Jesús terminará en la ignorancia espiritual. Además, la luz de la que habla Jesús no es un reflector para exponer, avergonzar o ridiculizar. Cuando se deja brillar la luz de la Verdad, todo se comprende y se perdona. No tengo necesidad de esconderme.
 
Al escuchar, percibir, y seguir a Jesús, me familiarizo más con su voz y escucho más en cuanto a lo que tengo, más se agrega. Doy gracias y oro por l@s que no tienen nada, para que puedan pasar tiempo con Dios, que tiene tal tiempo para ell@s.
 
Jesús, ayúdame a ser tan generos@ como tú. Quiero servirte más allá de la comodidad y una vida fácil. Quiero seguir dando más allá de los momentos de pereza y desánimo.
 
Bendiciones,
 
Luis+