Holyrood Church 715 West 179 Street, Upper West side Manhattan, USA, 212-923-3770

Durante tiempos difíciles o dolorosos, a menudo es más difícil confiar en Dios.

 
Lectura: Porque Dios no envió a su Hijo al mundo para condenar al mundo; más para que el mundo sea salvo por él. Juan 3:17.
 
Buenos días, feliz miércoles y muchas bendiciones mi querida familia.
 
El pasaje del Evangelio de hoy (Juan 3:16-21) comienza con las palabras: “Tanto amó Dios al mundo que envió al Hijo unigénito”. Me pregunto cuántas veces a lo largo de los años hemos escuchado estas simples pero poderosas palabras. Sabemos que Jesús vino a la tierra por nosotr@s y sabemos que Jesús murió por nosotr@s, pero ¿realmente captamos y comprendemos la profundidad del amor de Dios por nosotr@s?
 
Durante tiempos difíciles o dolorosos, a menudo es más difícil confiar en Dios. En esos momentos, Dios puede parecer ausente o indiferente, pero Dios está a nuestro lado, caminando con nosotr@s, honrándonos y amándonos en cada paso de nuestro camino. En otras ocasiones, podemos creer que no somos dign@s del amor de Dios. Esta creencia puede surgir de saber que hemos hecho algo que sabemos que fue pecaminoso o dañino para otr@ o esta creencia puede provenir de nuestra propia creencia de que no somos dign@s de amor.
 
El amor de Dios es muy diferente del amor humano. El amor de Dios verdaderamente ni falla ni flaquea. Much@s de nosotr@s hemos escuchado las palabras: “Dios es amor” desde muy pequeños. ¡Sin embargo, a veces luchamos por creer y confiar en esa realidad!
 
Cuando nos damos cuenta de que la vida eterna que Jesús ofrece es un regalo que no merecemos, rápidamente llegamos a pensar en nuestra deficiencia; nuestro enfoque puede cambiar a nosotr@s mism@s en lugar de aceptar humildemente la gracia de Dios. Jesús no trae la buena nueva para menospreciarnos o condenarnos, sino para que, creyendo en él, podamos salvarnos.

Jesús no está esperando que yo mejore mi situación, que me sienta justificad@ o dign@. Él es feliz si conozco mi necesidad, me dirijo a Dios con confianza y le pido las bendiciones que anhelo. Me tomo el tiempo para dejar que Dios me mire tal como soy y responder al llamado compasivo de Dios a la vida.
 
Jesús vino entre nosotr@s para mostrarnos cómo ser plenamente human@s, plenamente viv@s. “Vine para que tengáis vida, y para que la tengáis en plenitud”. Cuando me comporto de una manera justa, amorosa, misericordiosa y agradecida, ¿tengo la sensación de “estar viv@”? Creer en Jesús es comportarse como él lo hizo; llegar a ser cada vez más como Cristo. ¿Qué papel juega la luz/oscuridad en mi vida?
 
Dios ama al mundo, ama a cada un@ de nosotr@s, me ama. Este es todo el mensaje de Jesús, expresado en sus palabras y encarnado, directa o indirectamente, en toda su vida. ¿Estoy convencid@ de esto yo mism@?
 
Que hoy abramos nuestros corazones al amor de Dios. Tómate el tiempo para disfrutar del amor de Dios. Dios nos está esperando. ¿vendremos?
 
Bendiciones,
 
Luis+

Date news: 
Miércoles, Abril 27, 2022 - 11:15

Ministerio en el tiempo del Coronavirus (Covid 19): Prevenir, curar y acompañar

Ahora tenemos que darle forma a lo que algun@s han comenzado a llamar; La Iglesia en Casa. Aunque yo me sigo preguntando; ¿qué hacen quienes no tienen un hogar? Por esto a la misma vez, estoy declarando desde hoy en nuestra Iglesia Santa Cruz una jornada de cuaresma de oración, ayuno y leer la Biblia en el Tiempo del Coronavirus.

facebook youtube instagram mail zelle