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Hoy puedo tener la tentación de criticar a otra persona que no está haciendo las cosas como creo que “deberían” hacerse.

 
Lectura: Le dijeron: “Los discípulos de Juan ayunan y oran muchas veces, y también los discípulos de los fariseos, pero los tuyos siguen comiendo y bebiendo”. Lucas 5:33.
 
Buenos días, feliz viernes y muchas bendiciones mi querida familia.
 
En el evangelio de hoy (Lucas 5:33-39) un grupo de personas le hacen a Jesús la siguiente pregunta: “¿Por qué los discípulos de Juan ayunan y hacen oraciones con frecuencia, y lo mismo los de los fariseos, pero los tuyos comen y beben?”
 
En 1632, Galileo fue llamado ante los líderes de la Inquisición para responder a las acusaciones de que sus escritos contradecían las enseñanzas y la tradición de la iglesia. Tenía 70 años en ese momento y, como mínimo, lo amenazaron con torturarlo, si es que no lo torturaron. El resultado fue que Galileo se vio obligado a retractarse de sus creencias y declarar que sus observaciones sobre el movimiento de la tierra alrededor del sol eran errores y herejías. Sin embargo, incluso después de que se retractó, los funcionarios de la iglesia lo pusieron bajo arresto domiciliario y lo trataron mal hasta que quedó ciego y débil. Murió un frío día de invierno en 1642 con su hijo y dos alumnos presentes. Por supuesto, como todos sabemos, Galileo tenía razón y la iglesia estaba equivocada, terriblemente equivocada, porque se resistía al cambio. Se resistía a todo lo nuevo.
 
Jesús se encontró con un problema muy similar cuando comenzó su ministerio más de 2000 años. Al principio de lo que estaba tratando de hacer, recibió críticas por tratar de hacer las cosas de manera diferente, por tratar de cambiar las cosas. Una y otra vez, los líderes judíos y las personas religiosas de esa época cuestionaron a Jesús, e incluso lo condenaron, por tratar de hacer algo nuevo.
 
Es muy tentador criticar y juzgar a l@s demás sobre la base de lo que “vemos y observamos”. Esto es exactamente lo que hacen los fariseos en el evangelio de hoy. A sus ojos, Jesús debería ser más moderado. ¡Debería parecerse más a Juan el Bautista, comiendo langostas y miel silvestre! Tod@s tenemos nuestros propios estándares de lo que creemos que es mejor y cómo deben actuar las demás personas. Sin embargo, asumo que la mayoría de nosotr@s no apreciamos cuando otra persona nos critica o juzga simplemente por observar nuestro comportamiento.
 
Jesús invita a sus oyentes a mirar la situación de otra manera. Él les dice que está haciendo algo nuevo. ¿Estamos abiertos a lo “nuevo” a lo que Jesús puede estar invitándonos? Esta puede ser una invitación incómoda. Al igual que los fariseos, puedo sentirme cómodo con la forma en que siempre han sido las cosas. Puedo tener la tentación de criticar a otra persona que no está haciendo las cosas como yo creo que “deberían” hacerse. Jesús está desafiando a los fariseos, y a nosotr@s, a estar “abiert@s” a otras formas de hacer las cosas. Los está desafiando a no juzgar a l@s demás tan rápido. ¡Que hoy seamos conscientes de no “saltar a juzgar”!
 
A veces tratamos de “arreglar” nuestras vidas a medias cuando realmente se requiere un cambio más profundo. La oración es maravillosa para permitir que Dios se comunique contigo con respecto al cambio en tu vida cuando sea necesario.
 
Bendiciones,
 
Luis+

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Viernes, Septiembre 2, 2022 - 16:30

Ministerio en el tiempo del Coronavirus (Covid 19): Prevenir, curar y acompañar

Ahora tenemos que darle forma a lo que algun@s han comenzado a llamar; La Iglesia en Casa. Aunque yo me sigo preguntando; ¿qué hacen quienes no tienen un hogar? Por esto a la misma vez, estoy declarando desde hoy en nuestra Iglesia Santa Cruz una jornada de cuaresma de oración, ayuno y leer la Biblia en el Tiempo del Coronavirus.

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