La Iglesia

Buenos días, feliz viernes y bendiciones.

Hoy desperté con esta pregunta en mi mente: ¿Que debo hacer por amor? Y comencé a reflexionar con la narrativa bíblica de Juan (15:9-17) la cual dice: Mi mandamiento es este: Que se amen un@s a otr@s como yo los he amado a ustedes.  El amor más grande que un@ puede tener es dar su vida por sus amig@s. Ustedes son mis amig@s, si hacen lo que yo les mando.

No tengo la menor duda cuando digo que los sentimientos son complicados y frecuentemente los mantenemos en nuestro interior. Hay la necesidad de aprender a expresar nuestros sentimientos a nuestros seres queridos para demostrarles diariamente que nos importan. Pero a la misma vez tengo que buscar maneras de como incluir en mi lista de personas que tengo que amar que caen bajo la categoría de enemig@s. El mandato es bíblico. De todas maneras, te recuerdo que el peor sentimiento es la sensación del tiempo perdido o el sentir que las cosas no se dijeron.

Pero, me parece importante el que podamos identificar el modelo de Iglesia Amistosa que Jesús está tratando de implementar. Si como Iglesia tenemos claro este concepto de amistad, entonces podemos salir a evaluarnos y evaluar nuestra Iglesia.

Veámoslo en este contexto reflexivo: Una Iglesia amistosa es como la salud, nunca nos damos cuenta de su verdadero valor hasta que la perdemos. Cultivar una amistad requiere dedicación y tiempo. Una verdadera amistad es aquella que entra cuando todo lo demás se van. Una Iglesia amistosa es aquella que te conoce tal como eres, comprende dónde has estado, te acompaña en tus logros y tus fracasos, celebra tus alegrías, comparte tu dolor y jamás te juzga por tus errores. Una Iglesia amistosa no es aquella que te seca las lágrimas cuando lloras, sino la que hace todo lo posible para que no derrames ninguna. Tengo una pregunta para ustedes: ¿Es nuestra Iglesia una Iglesia amistosa? Recuerda lo que Jesús nos dijo: fui foraster@, y me dieron alojamiento… Mateo 25:35.

Jesús en su modelo de Iglesia amistosa nos dice que el/la amig@ da su vida por su amig@, tal y como él lo hizo. Ahora yo te pregunto; como iglesia, ¿qué haríamos por amor? La respuesta de Jesús es: El amor más grande que un@ puede tener es dar su vida por sus amig@s.

Bendiciones

Padre Luis+