Ahora tenemos que darle forma a lo que algun@s han comenzado a llamar; La Iglesia en Casa. Aunque yo me sigo preguntando; ¿qué hacen quienes no tienen un hogar? Por esto a la misma vez, estoy declarando desde hoy en nuestra Iglesia Santa Cruz una jornada de cuaresma de oración, ayuno y leer la Biblia en el Tiempo del Coronavirus.
Transformados
Buenos días, feliz sábado y bendiciones.
Te recuerdo que mañana domingo estaremos celebrando nuestra Misa Trilingüe a las 11:00am en el contexto de la celebración del Dia de la Transfiguración de Jesús y los desafíos que esta nos presenta en el Evangelio de Mateo 17:1-9. O sea, que más allá de que veamos una transfiguración Jesús nos va a estar invitando a que transformemos nuestras vidas.
Durante el sermón estaré argumentando que me parece correcto decir que cada mañana las personas cristianas sufrimos -o deberíamos sufrir- una transfiguración, metamorfosis interior, un cambio, una conversión. Diariamente tenemos que combatir, transformando nuestro interior en un campo de batalla. Necesitamos ahogar el viejo hombre y la vieja mujer que nos impulsa a ir en contra de la voluntad de Dios y fortalecer con la Palabra a la nueva persona que ha nacido en Cristo.
También argumentaré que Jesús puede y desea transformar día a día tus miedos, tus penas, tu falta de amor y entrega al prójimo. Lo del pecado tú sabes que es real y cotidiano, pero debes saber que, bajo nuestra apariencia de carne perecedera, bajo tanta maldad, habita Cristo por la fe y debemos dejar que su justicia brille. Por esto nos declaró Luz del mundo.
Y te retaré con estas dos preguntas claves: ¿Qué necesitas transformar en tu vida? ¿Cuáles son esas áreas de tu personalidad o temperamento que debes trabajar?
La tarea es simple. Busca a Jesús. Cuando finalmente lo veas, tu perspectiva cambiará en un instante. Puede que no siempre aparezca en la forma en que quieres que lo haga, o en la forma en que crees que debería, pero, sin embargo, él estará allí. Entonces, cuídalo. Y escucha también. Lo sabrás cuando lo escuches, esa voz del cielo que suena en tu oído: "Este es mi Hijo, el Amado; con él estoy muy satisfecho ".
Bendiciones
Padre Luis+
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