Ahora tenemos que darle forma a lo que algun@s han comenzado a llamar; La Iglesia en Casa. Aunque yo me sigo preguntando; ¿qué hacen quienes no tienen un hogar? Por esto a la misma vez, estoy declarando desde hoy en nuestra Iglesia Santa Cruz una jornada de cuaresma de oración, ayuno y leer la Biblia en el Tiempo del Coronavirus.
La Reconciliación
Buenos días, feliz martes y bendiciones.
En 2 Corintios 5:19, Pablo nos habla sobre el Ministerio de Reconciliación: que Dios estaba reconciliando al mundo consigo mismo en Cristo, sin contar los pecados de las personas contra ellos. Y nos ha comprometido el mensaje de reconciliación. El llamado primcipal de Dios no es el solo reconciliarse, sino también ayudar a otras personas a reconciliarse con ÉL a través del ministerio y la predicación de la Cruz y de Cristo. En este contexto, debemos entender que el perdón no es ignorar el mal o dar excusas a otra persona: la ofensa fue real, el daño se hizo y el dolor no desaparece fácilmente. El perdón es costoso, pero nos libera. En otras palabras, el perdón es una decisión personal, que podría limitarse a nuestros propios corazones. Si alguien te lastimó al traicionar una confianza, puedes elegir perdonarle, por tu propia tranquilidad, mientras resuelve mantenerte alejad@ de ell@s en el futuro. La reconciliación es más difícil. Para reconciliarse con alguien, la verdad debe ser compartida, de modo que ambas partes puedan lidiar con eso. Si un amigo o amiga traiciona un acuerdo, la relación solo puede restablecerse confrontando la verdad: su comportamiento causó daño y dolor. La reconciliación requiere el reconocimiento mutuo del mal cometido, así como el perdón. La cruz muestra la verdad sobre la humanidad. Nuestro pecado es una ofensa contra Dios. Nos aleja de Dios, daña a las personas y nos destruye. Esa es una verdad dura, que Pablo llama "la ofensa de la cruz". (Gálatas 5:11) Sin embargo, es una verdad necesaria para que ocurra la reconciliación. Antes de comenzar mañana nuestro Miércoles de Ceniza, reflexionemos hoy críticamente sobre nuestra reconciliación con Dios y con nuestras hermanas y hermanos. Bendiciones Padre Luis +
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