Holyrood Church 715 West 179 Street, Upper West side Manhattan, USA, 212-923-3770

No juzgar, no criticar. Vs. Reacción al juicio o críticas.

 

Buenos días, feliz miércoles y bendiciones. 

 

En el Evangelio de hoy (Juan 12: 44-50) hay una frase pronunciada por Jesús que me ha tocado de manera especial: porque no he venido a juzgar al mundo, sino a salvarlo. Al contrario de lo que Jesús está diciendo, de alguna manera nos encanta juzgar a otras personas. En esta reflexión podemos comenzar a hacer dos preguntas básicas: ¿Por qué juzgamos y cómo es que esto de juzgar se ve?

 

Juzgar es formarse una opinión o llegar a una conclusión acerca de alguien, y según las Escrituras, Jesús tenía mucho que decir sobre el juicio. Juzgar el corazón tiene un gran peso, y no es algo que las personas cristianas deben tomar a la ligera.

 

El pecado de juicio a menudo se basa en la inseguridad y el orgullo. Es más fácil en nuestra incomodidad hacer un comentario a la persona que está a nuestro lado, que aguantar el juicio que está en nuestra lengua. Y nuestro orgullo a menudo nos dice que el juicio está bien porque somos y sabemos mucho más que la otra persona. En esencia, nuestra inseguridad y orgullo revelan el juicio de las almas a través de nuestras críticas, chismes y suposiciones de l@s demás.

 

Sin embargo, me parece necesario que podamos aclarar algo que es importante. ¿Cuál es la diferencia entre rendición de cuentas (ser responsables) y ser criticones? Digo esto porque hay personas que no toleran las críticas constructivas que ocultan cuestiones de poder, egoísmo e inmadurez. La rendición de cuentas es mantener a alguien en el estándar de la Escritura que sabes sin una duda razonable que ha violentado algún acuerdo. Ser criticones es señalar, hablar, criticar y hacer suposiciones sobre lo que está oculto en el corazón de una persona y sus intenciones.

 

Aunque estamos llamad@s a realizar un juicio correcto del pecado explícito, no debemos confundirlo con ser criticones. Un espíritu de juicio es un espíritu criticón que está en contradicción directa con lo que la Biblia enseña sobre la edificación de la iglesia. El juicio incorrecto puede convertirse en calumnia, derribando a otr@s con argumentos innecesarios. La rendición de cuentas entra con la intención de gracia, restauración y arrepentimiento. La rendición de cuentas sigue las órdenes de "ser lento para hablar y lento para enojarse" (Santiago ‪1:19‬). El objetivo de la rendición de cuentas y el juicio correcto es confesar el pecado (Santiago ‪5:16‬), alentar, edificar y señalar el evangelio (1 Corintios 15: 1-2).

 

Una buena regla general es el siempre creer que las intenciones de una persona son buenas, hasta que se demuestre lo contrario. Colosenses ‪3: 12-13‬ alienta que, como somos un cuerpo en Cristo, debemos buscar amorosamente la reconciliación un@s con otr@s: "Vístanse, como los elegidos de Dios, corazones santos y amados, compasivos, amabilidad, humildad, mansedumbre y paciencia, soportar el uno con el otro y, si uno tiene una queja contra el otro, perdonarse mutuamente; como el Señor te ha perdonado, tú también debes perdonar ”.

 

En otras palabras, ¿qué pasaría si desde hoy, primeramente empiezo dando el beneficio de la duda a mi hermana o hermano y dejo de emitir juicios? Y segundo, ¿qué tal si como discípul@ de Jesús, maduro de tal manera que pueda aceptar críticas constructivas sin ponerme a la defensiva o tomar las cosas a nivel personal?

 

Bendicion

 

Padre Luis +

Date news: 
Miércoles, Mayo 6, 2020 - 09:30

Ministerio en el tiempo del Coronavirus (Covid 19): Prevenir, curar y acompañar

Ahora tenemos que darle forma a lo que algun@s han comenzado a llamar; La Iglesia en Casa. Aunque yo me sigo preguntando; ¿qué hacen quienes no tienen un hogar? Por esto a la misma vez, estoy declarando desde hoy en nuestra Iglesia Santa Cruz una jornada de cuaresma de oración, ayuno y leer la Biblia en el Tiempo del Coronavirus.

facebook youtube instagram mail zelle