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No se turbe vuestro corazón

 

Buenos días, feliz viernes y bendiciones. El evangelio de hoy está en Juan 14: 1-6. En esta lectura necesitamos retroceder a la noche de la última cena. L@s discípul@s estaban reunid@s, y Jesús estaba tratando de hacerles entender los eventos que estaban por suceder. Y l@s discípul@s simplemente no podían entender su magnitud. Mientras protestaban, cuestionaban y se rascaban la cabeza, Jesús celebró la cena de Pascua y les lavó los pies. Pero todavía estaban preocupad@s. Parecía que estaban a punto de quedarse sin su líder espiritual y no sabían qué hacer ni a dónde ir. Jesús respondió a sus temores con una de las escrituras más tranquilizadoras: no se turbe vuestro corazón (Juan 14: 1). Me imagino que Jesús dijo esto con profunda tristeza, ojos llenos de lágrimas y su voz ahogada por la emoción. Sabía lo que iba a pasar. Las cosas se estaban desmoronando, y pronto se enfrentaría a sus pruebas en el Jardín de Getsemaní. Pero les dijo a l@s discípul@s que no se preocuparan. ¿Por qué? Porque él es el camino. ‘¡Esa fue una gran noticia para l@s discípul@s! Pero al igual que l@s discípul@s, a menudo olvidamos o dudamos de que Él es "el camino". Mientras Jesús miraba a sus discípulos, sabía lo que estaba sucediendo en sus mentes y corazones, sabía lo perturbados y molestos que estaban, y sabía lo que lo estaba causando. También conocía el remedio para ello. Quizás hay muchos entre nosotr@s aquí que sufren la misma aflicción que est@s discípul@s: corazones con problemas, corazones temerosos, corazones molestos, perturbados y agitados debido a lo que estaba sucediendo, especialmente con el coronavirus. Jesús sabía que est@s discípul@s tenían miedo, miedo de lo que venía. Tenían miedo de la muerte, miedo de que ell@s, con él, fueran ejecutad@s. Sabían de la oposición que se había desarrollado contra ell@s en Jerusalén, el odio amargo de los fariseos, su determinación de eliminar a Jesús y a tod@s sus discípul@s. Sabían que estaban en peligro, y por eso sus corazones estaban profundamente preocupados cuando se reunieron aquí con él. Pero el l@s tranquiliza y L@s reafirma diciendo: No se turbe vuestro corazón.
 
El remedio para los problemas del corazón está contenido en ‪las dos‬ frases que siguen: "cree en Dios, cree también en mí". "No se turbe vuestro corazón". ¿Cómo? ¿Por qué, "Cree en Dios"? Dios que todavía tiene el control, que sabe lo que está haciendo, que es capaz de ejercer sabiduría infinita, poder infinito y amor infinito, y "cree también en mí", dijo Jesús, quién es el medio por el cual toda esa sabiduría, recurso y poder de Dios está disponible para ti. Ese es el secreto. Ser human@ significa necesitar tranquilidad a veces. Incluso las personas más seguras tienen momentos de dudas, inseguridad y se sienten abrumad@s. Ya sea que tu necesites un poco o mucha reafirmacion, no hay nada de qué avergonzarse. Recuerde que Jesús tranquiliza y reafirma a sus discípul@s en ese momento y a nosotr@s en este momento al decir; No se turbe vuestro corazón. Bendiciones Padre Luis +

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Viernes, Mayo 8, 2020 - 20:45

Ministerio en el tiempo del Coronavirus (Covid 19): Prevenir, curar y acompañar

Ahora tenemos que darle forma a lo que algun@s han comenzado a llamar; La Iglesia en Casa. Aunque yo me sigo preguntando; ¿qué hacen quienes no tienen un hogar? Por esto a la misma vez, estoy declarando desde hoy en nuestra Iglesia Santa Cruz una jornada de cuaresma de oración, ayuno y leer la Biblia en el Tiempo del Coronavirus.

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