Construyendo relaciones saludables.

Buenos días, feliz miércoles y bendiciones.

El Evangelio para hoy es de Juan 15: 1-8. En caso de que no estés familiarizad@ con esta lectura: se trata de que Jesús es la Vid, y nosotr@s somos las ramas. Una de las ilustraciones más vívidas y poderosas de Jesús para la relación del creyente con él es la vid y las ramas.


Pero, ¿qué significa para nosotr@s permanecer en Jesús como ramas en la vid? Creo que hay tres cosas implícitas: conexión, dependencia y continuidad. No piense en estos como tres pasos sucesivos, sino como tres aspectos entrelazados de la permanencia.


Permanecer en Jesús en primer lugar significa tener una conexión que da vida a él. Una rama está conectada a la vid, y una vid a la rama. Esto es lo que los teólogos con frecuencia describen como "unión con Cristo". Tenga en cuenta que esta conexión, esta unión, es mutua. Nosotr@s permanecemos en él y él permanece en nosotr@s (v. 4). Si no hay conexión, no hay vida, no hay fruto.


Pero permanecer también implica dependencia. Este aspecto de permanecer, a diferencia de la conexión, no es recíproco. La rama depende de la vid, pero la vid no depende de la rama. La rama deriva su vida y poder de la vid. Sin la vid, la rama es inútil, sin vida, sin poder. La savia fluye desde la vid hasta la rama, suministrándole agua, minerales y nutrientes que la hacen crecer. Y los creyentes reciben la "savia" de la gracia de Cristo a través de nuestra conexión que da vida a él. Dependemos completamente de Jesús para todo lo que cuenta como fruto espiritual (v. 4). Aparte de él, no podemos hacer nada (v. 5).

Permanecer también implica la continuidad. De hecho, "permanecer" (griego, meno) significa permanecer, persistir o continuar. Por ejemplo, en Juan 1: 38-39, dos de los discípulos que se encontraron por primera vez con Jesús le preguntaron "¿Dónde te hospedas?" Querían saber dónde hizo su residencia Jesús. La palabra "quedarse" es la misma palabra traducida como "permanecer" en Juan 15. Permanecer es residir. Permanecer es continuar, quedarse, permanecer.

Esto nos muestra que otro aspecto de permanecer en Jesús es perseverar en Jesús. Esto simplemente significa que seguimos confiando, que seguimos dependiendo, que nunca dejamos de creer. Permanecer en Jesús es perseverar en Jesús y sus enseñanzas. De esto es de lo que Jesús está hablando en Juan 8: 31-32, cuando dice: "Si permaneces en mi palabra, son verdaderamente mis discípul@s, y sabrán la verdad, y la verdad les hará libres".

En resumen, permanecer en la vid significa estar unido a Jesús (conexión), confiar en Jesús (dependencia) y permanecer en Jesús (continuación). Esta narrativa bíblica de hoy de la viña, las ramas y el fruto nos invita a meditar seriamente sobre el cómo en nuestro discipulado construimos relaciones saludables con nosotr@s, con Dios y con la comunidad. En otras palabras, todo el asunto aquí es construir relaciones saludables que se interconectan unas con las otras.

Bendiciones


Padre Luis +