Ahora tenemos que darle forma a lo que algun@s han comenzado a llamar; La Iglesia en Casa. Aunque yo me sigo preguntando; ¿qué hacen quienes no tienen un hogar? Por esto a la misma vez, estoy declarando desde hoy en nuestra Iglesia Santa Cruz una jornada de cuaresma de oración, ayuno y leer la Biblia en el Tiempo del Coronavirus.
Amor ágape
Buenos días, feliz viernes y bendiciones. El Evangelio de hoy (Juan 15: 12-17) nos da un mensaje poderoso diciéndonos; Cuando enfrentamos una crisis, nosotr@s, como el cuerpo de Cristo, tenemos el mandato de mostrar amor mutuo, amor, no solo de palabra, sino también de acción. Estos son tiempos difíciles. Much@s están en cuarentena en casa. Much@s están luchando por sobrevivir. Much@s no pueden llegar a la tienda a comprar suministros necesarios. Much@s sufren y no pueden recibir consuelo debido al distanciamiento físico. Much@s tienen miedo y tienen enfermedades y otros problemas de salud. Se preguntan qué pasará después. Es hora de que estemos llamados a cuidarnos un@s a otr@s con amor solidario. Lo triste es que deberíamos haber estado haciendo todas estas cosas todo el tiempo. Sí, estamos tod@s junt@s en esto. Como el cuerpo de Cristo, lo que afecta a un@, debería afectarnos a tod@s. Jesús dijo claramente: este es mi mandamiento, que se amen l@s un@s a lo@ otr@s como yo los he amado a ustedes. El mandato simple es amarse un@s a otr@s. Sin embargo, el amor que el pasaje describe aquí es ágape. Ágape podría definirse como caridad. Sin embargo, a menudo pensamos en la caridad hoy en día como regalar dinero o cosas, lo que no abarca todo lo que se trata ágape. El amor ágape no se preocupa por sí mismo y se preocupa por el mayor bien de otro. Ágape no nace solo de emociones, sentimientos, familiaridad o atracción, sino de la voluntad y como una opción. Ágape requiere fidelidad, compromiso y sacrificio sin esperar nada a cambio. Es un amor abnegado; un amor que no espera nada a cambio; Un tipo de amor piadoso. Con ágape debemos amarnos un@s a otr@s. Este es el tipo de amor del que más habla la Biblia. El Nuevo Testamento hace referencia a ágape más de 200 veces. En todo esto surge una serie de preguntas que desafían la calidad de nuestro discipulado: ¿Realmente nos amamos? ¿Cómo lo estamos mostrando? ¿Estamos amando a otr@s como Jesús nos ama? Tenemos Su ejemplo dado para nosotr@s en Su Palabra. La palabra nos dice que amemos de hecho y en verdad. Debemos hacer las cosas prácticas el/la un@ para el otr@. Sí, dar nuestras vidas si es necesario, pero mientras tanto, dar nuestro tiempo y recursos. ¿Cuánto estamos dispuest@s a sacrificar por las personas necesitad@s? El amor ágape se basa en una cuestión de "voluntad" más que de "sentimiento", como lo demuestran las enseñanzas de nuestro Señor en Mateo 5: 44-48, donde enseña que debemos amar incluso a aquellas personas que no nos gustan y que son desagradables. El amor ágape es el elemento básico para ser como Cristo. Además, en este amor ágape necesitamos ayudar a l@s demás, no por recompensa, sino porque es lo correcto. Recuerde que una definición básica para ágape es amar con cualquier expectativa de algo a cambio.
Hay muchos ejemplos de amor ágape (personas que aman lo desagradable) en la Biblia. Dos ejemplos son (1) la bondad de José hacia sus hermanos (Génesis 50: 15-21) a pesar de que lo vendieron como esclavo (Génesis 37: 15-28), y (2) la tensa relación de David con Saúl. David tuvo varias oportunidades de matar a Saúl, pero en cambio le mostró amabilidad (1 Samuel 24: 16-19). En el amor ágape que Jesús nos pide, no puede haber resentimiento ni venganza por quienes nos desprecian. Por el contrario, un@ debe buscar formas de llevar a las personas vengativas a la convicción, al arrepentimiento y al cambio. Jesús demostró el verdadero amor ágape cuando murió voluntariamente por nostr@s (Romanos 5: 1-10). Nuestro reto para hoy es que como seguidor@s de Cristo, debemos amar a l@s no amables también. Bendiciones Padre Luis +
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