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La Neutralidad, no existe.

 

 

Buenos días, feliz sábado y bendiciones. 

 

En el Evangelio de hoy (Juan 15: 18-21) Jesús dijo a sus discípulos: "Si el mundo te odia, date cuenta de que primero me odió a mí. Pero también es interesante cuando Jesús nos dice; "Si el mundo material te odia, sabes que me ha odiado antes que tú. Esta versión está tomada del Evangelio de Tomás, que para mí es otra fuente de inspiración y nos ayuda a entender lo que Jesús identifica como el mundo.

 

En otras palabras, Jesús está asumiendo que hay algunas personas en lo que llamamos el mundo material que por alguna razón nos van a odiar. Me parece que lo importante sería poder identificar las razones por las que nos van a odiar.

 

Si alguna iglesia se mueve en el poder del Espíritu Santo y cumple su misión como mandato, esa iglesia será odiada y perseguida por el mundo. Al igual que Pablo, el pastor será considerado la inmundicia de la tierra. Y la iglesia será odiada por políticos, personas impías y líderes de la sociedad. También será despreciada por l@s líderes religios@s que están espiritualmente muert@s.

 

Sin embargo, Jesús le dice a esa iglesia: “Bienaventurad@s quienes que sufren persecución por causa de la justicia, porque de ell@s es el reino de los cielos. Bendit@ serás cuando te insulten, te persigan y digan todo tipo de maldad contra ti, mintiendo. Alégrate y anímate, porque tu recompensa es grande en el cielo, porque así persiguieron a los profetas que vivieron antes que ustedes. "(Mateo 5: 10-12).

 

Ante la persecución, l@s seguidor@s de Jesús tienen dos razones para alegrarse y animarse. Primero, saben que Dios recompensa a quienes sufren por su fe, y que su recompensa será grande en el cielo. La segunda razón por la cual l@s seguidor@s de Jesús pueden regocijarse en la tribulación es que están en buena compañía: de la misma manera que persiguieron a los profetas que estuvieron antes que ustedes, dice Jesús.

 

A mi entender, hay dos peligros para nosotr@s l@s amig@s de Jesús. La primera es la tentación de hacer compromisos con una cultura que margina y oprime a algunas personas para evitar conflictos y rechazos. Esto es lo que algunas personas llaman unidad en neutralidad. El peligro de los llamados a la unidad es que a menudo se basan en un espíritu de neutralidad parcializada. Por esto lo que afirmamos como "neutralidad" no es neutral. Hablando en su propio contexto de pobreza en América Latina, Gustavo Gutiérrez -en su libro, Una Teología de Liberación- describe el peligro de la neutralidad: no es posible permanecer neutral frente a la pobreza y las justas demandas de las personas pobres; una postura de neutralidad significaría, además, ponerse del lado de la injusticia y la opresión en nuestro medio. Esto es cuando ell@s nos van a odiar.

 

El segundo peligro es la tentación de molestar este al estatus quo. Cuando somos rebeldes de corazón y nos gusta sorprender a la gente, podemos crear una pelea para estar en el centro de atención. Podemos hacer algunas de estas cosas inconscientemente, experimentar rechazo y luego pensar que estamos siendo perseguidos como lo fue Jesús.

 

Todo esto porque el Evangelio de Jesús nunca fue y no será neutral, por lo tanto, no podemos recurrir a esta falsa neutralidad para evitar ser odiad@s. Debemos tomar una posición y definirnos, incluso si el mundo nos odia. Trabajar por la paz con justicia siempre se opone a quienes emiten la opresión cuando luchamos contra el racismo, el etnocentrismo, la xenofobia, el heterosexismo, el sexismo, el clasismo, etc.

 

El desafío de hoy es que dejemos de jugar al juego de la neutralidad porque eso no existe,

salgamos de nuestra zona de confort y aceptemos la realidad de que nos odian por la justicia del Evangelio de Jesús. Como discipul@s radicales y como iglesia profética es nuestro llamado.

 

Bendiciones

 

Padre Luis +

Date news: 
Domingo, Mayo 17, 2020 - 14:30

Ministerio en el tiempo del Coronavirus (Covid 19): Prevenir, curar y acompañar

Ahora tenemos que darle forma a lo que algun@s han comenzado a llamar; La Iglesia en Casa. Aunque yo me sigo preguntando; ¿qué hacen quienes no tienen un hogar? Por esto a la misma vez, estoy declarando desde hoy en nuestra Iglesia Santa Cruz una jornada de cuaresma de oración, ayuno y leer la Biblia en el Tiempo del Coronavirus.

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