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Un discipulado de servicio

*Un Disipado de Servicio *

Buenos días, feliz miércoles y bendiciones.  
 
Poco antes de su muerte, Jesús le expresaba a un grupo de sus seguidores y seguidoras en Juan 16:12-15 que hubiera querido decirles muchas más cosas, pero que todavía no eran capaces de sobrellevarlas ni de aguantarlas (v. 12).
 
Sin embargo, no había de terminar allí la historia. Les (y nos) prometió el Espíritu de verdad (v. 13) para ayudarnos a seguir por su camino. El Espíritu nos acompaña y nos guía en la verdad de Dios, y cuando llegamos al punto de poderlo “sobrellevar” nos va dejando participar en algunas de las “muchas cosas” que quedan por hacer y que de otro modo nos sobrepasarían. ¿Qué significa todo esto?
 
La llegada del Espíritu Santo es con el propósito de poder fortalecer y darle seguimiento a la relación que Jesús ha establecido con nosotr@s. Jesús tiene la preocupación de como continuar esta relación profunda e íntimamente. Pero a la misma vez espera que podamos desarrollar esta relación íntima y profunda con el resto de las personas. Fuera de este contexto jamás entenderemos el propósito de la llegada del Espíritu Santo.
 
La relación que las personas cristianas tienen con Jesús puede variar mucho de persona a persona. El hecho de que te hayas convertido para ser una nueva persona en Jesús no significa necesariamente que tengas una relación profunda e íntima con Jesús.

Para algunas personas cristianas, una relación con Jesús consiste en rezarle e ir a la iglesia el domingo. Permiten que Jesús sea un sacrificio por sus pecados, pero la relación con Él termina allí. Para otras, Jesús es un ejemplo para seguir, y hacen todo lo posible para vivir como lo hizo. Pero en realidad no esperan tener una gran relación con Él, y por lo tanto, de hecho, no lo hacen. Tales relaciones con Jesús pueden, en el mejor de los casos, describirse como "distantes".

La Biblia, sin embargo, habla de una relación íntima y profunda con Jesús a través del Espíritu Santo. Él es, después de todo, una persona, no un "concepto teológico"; no alguien que alguna vez vivió en la tierra y ahora está lejos, sino una persona que está viva y puede estar muy cerca.
 
Esta relación se fortalece cuando practico el discipulado de servicio. Esto porque encuentro a Jesús en los rostros de las demás personas, esas que quiero y a las que no quiero. Teniendo entonces esto claro, ¿cómo es una iglesia llena de discipul@s que quieren servir de la misma manera que Jesús sirvió? Tenemos que reconocer que nuestro verdadero maestro es Jesús. Cada un@ de nosotr@s juramos lealtad a él. Nos sacrificamos voluntariamente el uno por el otro. Pablo sacrificó su cuerpo y tiempo por los filipenses, y ell@s sacrificaron su dinero por él, incluso enviando uno de los suyos para alentarlo. (Filipenses 2: 25-30; 2 Corintios 8: 1-5). Ahora yo te pregunto, en tu relación íntima y profunda con Jesús, ¿estas dispuest@s a sacrificar tu tiempo, talento y dinero por Jesús? ¿Y qué tal hay con otras personas? ¿Puedo yo invertir mi tiempo, talento y dinero con otras personas? Esto mis hermanos y hermanaos le llamamos mayordomía, la espinal dorsal del discipulado de servicio que el Espíritu Santo debo de producir en nuestras vidas. Esta es tu tarea para hoy. Tengo que descubrir; ¿cuán íntima y profunda es mi relación con Jesús? ¿Tengo yo una relación saludable con Jesús? Confío que no sea una relación superficial o enfermiza.
 
Bendiciones

Padre Luis+

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Miércoles, Mayo 20, 2020 - 20:15

Ministerio en el tiempo del Coronavirus (Covid 19): Prevenir, curar y acompañar

Ahora tenemos que darle forma a lo que algun@s han comenzado a llamar; La Iglesia en Casa. Aunque yo me sigo preguntando; ¿qué hacen quienes no tienen un hogar? Por esto a la misma vez, estoy declarando desde hoy en nuestra Iglesia Santa Cruz una jornada de cuaresma de oración, ayuno y leer la Biblia en el Tiempo del Coronavirus.

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