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Jesús convierte tú tristeza en alegría.

 

 

Buenos días, feliz jueves y muchas bendiciones. 

En el Evangelio de hoy (Juan ‪16: 16-20‬) Jesús les dice a sus discípul@s: pero tu tristeza se convertirá en alegría. En primer lugar, ser cristian@s no nos aísla de experimentar profundas penas. Cuanto más profundo hayamos amado, más profunda será nuestra pena cuando el ser querid@ nos sea quitad@ en la muerte, especialmente cuando la muerte es inesperada. Pero el punto que tod@s debemos entender es que no hay nada espiritual en sentir un profundo dolor y pena en un momento de pérdida. Es cierto que nuestro dolor es diferente al que se experimenta fuera de Jesús, ya que tenemos la máxima esperanza en él (1 Tes. ‪4:13‬).

Jesús promete convertir nuestras penas en una alegría duradera. Al igual que los apóstoles, perder de vista a Jesús nos entristece y nos hace sentir que estamos en la noche más oscura. Esto es una cuestión de fe, porque solo la fe nos asegura que, en Jesús, la tristeza es temporal y da paso a la alegría. También es difícil para nosotr@s entender por qué la muerte, la tristeza, la resignación o el dolor deben entrar en el camino de una persona. Nos gustaría una Pascua de alegría total, sin cruces ni sacrificios. Pero es el dolor del Viernes Santo lo que nos lleva a la alegría de la resurrección.

Hay momentos en que "no vemos" y otros cuando "vemos de nuevo". Como Cristo mismo, que también tuvo momentos en los que no vio la presencia del Padre en su vida: "¿Por qué me has abandonado?" Entonces, celebrando la Pascua debemos crecer en la convicción de que Cristo y su Espíritu están presentes y activos, incluso si no lo vemos. La Eucaristía nos recuerda continuamente esta presencia y, por lo tanto, no podemos "desanimarnos" ante las dificultades del camino de la vida, por el contrario, debemos vivir con alegría, sin olvidar que habrá penas, pero que son temporal.

Jesús convierte nuestra tristeza en alegría al mostrarnos la gloria de la cruz. Haber visto a su amado Maestro golpeado y ensangrentado, colgado en la cruz, fue el evento más horrible e impactante de la vida de l@s discípul@s. Pero la sorprendente verdad es que, en todos sus escritos, no retrataron la cruz en tonos deprimentes y tristes, sino más bien como algo glorioso y triunfante. Era el centro de su predicación apostólica porque era la base sobre la cual Dios podía perdonar nuestros pecados. Pablo incluso escribió que se jactaba o se jactaba en la cruz (Gálatas ‪6:14‬). Nosotr@s veneramos la cruz no porque sea el instrumento con el que asesinaron a Jesús, sino más bien porque es el instrumento con el cual Jesús nos ofrece liberación salvífica.


Lo importante aquí (Juan ‪16:20‬) es que Jesús no dice que la tristeza del discípulo o discípula sería reemplazada por alegría, sino que convertiría su tristeza en alegría. Él usa la analogía de una mujer en trabajo de parto (Juan ‪16:21‬). Ese día antes de la anestesia, se podía escuchar a una mujer llorando de angustia un minuto y unos minutos después estaba sonriendo de alegría por lo que le había causado tanta angustia, a saber, su bebé recién nacido.

 

Este es tu desafío para hoy: ¿Puedo apreciar el rostro misericordioso de Jesús incluso en la tristeza y el dolor? ¿Son mis alegrías las que una persona cristiana debe vivir y dar testimonio?

 

Bendiciones

 

Padre Luis +

Date news: 
Jueves, Mayo 21, 2020 - 10:15

Ministerio en el tiempo del Coronavirus (Covid 19): Prevenir, curar y acompañar

Ahora tenemos que darle forma a lo que algun@s han comenzado a llamar; La Iglesia en Casa. Aunque yo me sigo preguntando; ¿qué hacen quienes no tienen un hogar? Por esto a la misma vez, estoy declarando desde hoy en nuestra Iglesia Santa Cruz una jornada de cuaresma de oración, ayuno y leer la Biblia en el Tiempo del Coronavirus.

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