Un disipulado de servicio

Buenos días, feliz viernes y bendiciones. En el Evangelio de hoy (Juan ‪21: 15-19‬) se nos dice acerca de la oportunidad que Jesús le da a Pedro para recuperar su discipulado. Seamos claros, el discipulado es costoso. Las Escrituras son claras de que ser un discípulo o discípula en el sentido más completo del término significa que una persona debe pagar un precio. Si las condiciones del discipulado son también condiciones de salvación, entonces cada persona cristiana es, por definición, un discípulo o discipula, y la salvación, por definición, es costosa. Recordemos rápidamente quién está aquí en este desayuno improvisado junto a la playa. Natanael, Tomás, los Hijos de Zebedeo y dos discípulos no identificados habían ido a pescar juntos. Simón Peter también estaba allí. De hecho, todo este viaje de pesca había sido idea suya. Simón Pedro ha luchado mucho desde que Jesús fue arrestado. A través de los últimos capítulos del libro de Juan, hemos visto que el hombre que una vez estuvo dispuesto a luchar literalmente por la libertad de Jesús se convirtió rápidamente en el hombre que negó ser uno de los discípulos de Jesús. Tres veces le preguntaron si era uno de los seguidores de Jesús. Tres veces negó su propio discipulado. Realmente no puedo imaginar cómo se sintió eso. Me imagino que es una mezcla de miedo, con un poco de desesperanza y vergüenza mezcladas. Y, ahora, a pesar de que fue uno de los primeros en ver la tumba vacía y estuvo presente cuando Jesús se apareció a l@s discípul@s a puerta cerrada, reconstruyéndolos. Como el nuevo Cuerpo de Cristo para el mundo, Simón Pedro todavía parecía necesitar ayuda para reconstruir lo que se perdió cuando negó su discipulado. Jesús parece saber que tres preguntas una vez derribaron a Pedro. Él va a usar tres preguntas para reconstruirlo. Con estas tres preguntas que Pedro ahora ha respondido afirmativamente, Jesús ha restaurado completamente a Pedro al Cuerpo de Cristo, permitiéndole reclamar activamente su discipulado. Y, lo que es más importante, Jesús describe cómo es el discipulado, es decir, seguirlo, en este mundo posterior a la resurrección. Los eruditos describen amablemente un par de aspectos del discipulado. Como he dicho antes, una cosa que significa al discipulado es que debes estar dispuest@ a estar en desacuerdo con la cultura dominante, incluso si eso te pone en peligro. Recuerde que hay una parte del Evangelio en la que Jesús dijo que tod@s sus seguidor@s deben estar dispuest@s a tomar su cruz y a apreciar las cosas que él apreciaba, es decir, amar a Dios y amar al prójimo. En segundo lugar, el Discipulado probablemente también tenga algo que ver con seguir las acciones de Jesús después de la resurrección, es decir, modelar su reconexión con Dios a través de la ascensión (que aún no hemos leído) al reconstruir nuestra propia relación con Dios.
 
Esta reconexión con Dios a menudo parece tener lugar al dirigir nuestra preocupación principal hacia afuera, más allá de nuestras propias necesidades, hacia las necesidades de nuestr@ prójimo y hacia alabar a Dios. Para Pedro, en particular, y para tod@s l@s que nos hemos sentido abrumad@s por nuestro llamado al discipulado, este encuentro también significa confiar en que podemos ser restaurad@s al Cuerpo de Cristo cuando vacilamos y que podremos participar. , incluso liderar, en esta nueva era de discipulado, a pesar de que una vez tuvimos miedo del llamado de Jesús. ¿Puedes pensar en un ejemplo del mundo real de este tipo de discipulado? Sin embargo, solo hay un tipo de gracia, ¡y por definición es absolutamente gratis! El único sentido en que la salvación es costosa es en el hecho de que Jesucristo pagó el precio supremo, su vida, por la redención del pecador. Somos discípul@s sirvientes por la gracia de Dios. Bendiciones
Padre Luis +