Dios te está hablando, escucha su voz.

Buenos días, feliz miércoles y bendiciones.

El Evangelio de hoy, Mateo 6: 1-6, 16-18, nos advierte sobre las apariencias que, a nosotr@s, como seres humanos, nos gusta presentar: tengan cuidado de no practicar su justicia frente a otr@s para que sean vistos por ell@s. Hay personas que han usado tantos disfraces a lo largo de sus vidas, tratando de obtener la aprobación o el afecto de l@s demás, que ya no pueden definir quiénes son realmente. Las apariencias son nuestro mecanismo de defensa contra los problemas de la vida, pero cuando se convierten en nuestra forma de vida, aunque el exterior está lleno de vida, nuestro interior se está marchitando, secándose hasta la muerte.

Las palabras de Jesús en esta lectura pueden darnos ideas sobre lo que podríamos hacer en nuestro discipulado. Jesús advierte a sus discípul@s que no hagan buenas obras simplemente para que otr@s piensen bien de ell@s. Jesús quiere que sus discípul@s sean conscientes de su motivación por lo que hacen. Quiere que hagan lo que es correcto o bueno porque desean ayudar a l@s demás, amar a l@s demás y hacer del mundo un lugar mejor.

A Jesús no le preocupan principalmente las acciones de sus discípul@s. Más bien, le preocupan sus motivaciones. Jesús espera que sus acciones y decisiones fluyan del amor de Dios, el amor del Evangelio y el amor a las personas y al mundo. ¡El amor es realmente todo lo que importa!

¿Con qué frecuencia nos detenemos y examinamos nuestras motivaciones? Es fácil pasar el día y simplemente dedicarnos a nuestros asuntos. ¿Estamos preocupad@s por l@s demás o estamos demasiado preocupad@s como para notar a las personas que nos rodean? Creo que la mayoría de las personas en el mundo quieren ser buenas personas. ¡La mayoría de las personas se preocupan por l@s demás y desean ayudarl@s! Sin embargo, nuestras motivaciones no siempre son limpias y puras. A veces, ¿elijo hacer algo para que la otra persona piense bien de mí? ¿Voy a la iglesia porque realmente es donde quiero estar? ¿O asisto simplemente porque se supone que debo hacerlo? Cuando estoy cansad@, ¿ignoro a alguien que pueda necesitar ayuda? Y si estoy de mal humor, ¿me desquito con la otra persona?

Supongo que tod@s nosotr@s hemos hecho algunas de las elecciones enumeradas anteriormente en ocasiones en nuestras vidas. Sin embargo, si la mayoría de nuestro tiempo y atención se enfoca principalmente en nosotr@s y en nuestras necesidades, sería bueno reflexionar sobre nuestras elecciones. La mayoría de las veces la fuente de nuestra felicidad está en las personas en nuestras vidas. Con suerte, la mayoría de las personas que nos rodean nos traen alegría y amor. Sí, habrá tiempos difíciles. Sin embargo, si el amor está presente, se pueden resolver las dificultades. ¡Y en el día a día, es su presencia, amor y cuidado el mayor regalo que recibimos!

Busquemos que hoy seamos conscientes de nuestras elecciones y decisiones. Jesús también nos recuerda que debemos ser conscientes de nuestras motivaciones. ¿Por qué hacemos las decisiones que hacemos? ¿Nuestras decisiones surgen del cuidado y la preocupación por l@s demás? ¿O suelo hacer lo que es mejor para mí? Tod@s hemos escuchado el dicho: "¿Qué haría Jesús?" Hoy podríamos experimentar una decisión o un desafío a medida que avanzamos en nuestro día. ¿Podemos hacer una pausa por un momento y preguntarnos cuidadosamente: ¿Qué haría Jesús en esta situación? ¡Y luego quédate quiet@ durante 60 segundos y escucha su respuesta! ¡Jesús te va a responder!

Bendiciones

Padre Luis +