Dios en ti, Dios en mi

Buenos días, feliz miércoles y muchas bendiciones.

¿Estamos leyendo Mateo 11: 25-27 de la manera correcta? ¿Es realmente cierto que Dios "da" estas cosas a algunas personas? ¿Tiene la intención de que otras personas NO reciban una imagen clara de los misterios de Su reino, para que no escuchen, crean y se arrepientan?

¿Te das cuenta de que Dios, y me atrevo a usar esta palabra, "discrimina"? No trata a todas las personas por igual. Hay algun@s a quienes les revela la verdad; y hay otr@s a quienes lo oculta.

Estaba leyendo un pasaje de las Escrituras el otro día que realmente me sorprendió. Es algo asombroso en lo que pensar. Se encuentra en el cuarto capítulo del Evangelio de Marcos. Jesús acababa de terminar de enseñar una parábola a las multitudes que se habían reunido a su alrededor. Cuando terminó de enseñar, y estaba solo con sus discípul@s reunidos a su alrededor, le preguntaron sobre la parábola. Otros no parecían entender las cosas que decía en él; y entonces, le preguntaron al respecto. Y antes de explicarles la parábola, les dijo: "A ustedes se les ha dado conocer el misterio del reino de Dios; pero para l@s que están afuera, todas las cosas vienen en parábolas ...

Ahora me apresuraría a enfatizar dos cosas en esto. Primero, Dios nunca es injusta al ocultar su verdad a algun@s y al revelarla a otr@s. El hecho es que, como criaturas caídas en Adán, ninguno de nosotr@s entendería ninguna de las verdades de su reino de una manera salvadora a menos que primero hubiera tomado la iniciativa de revelarnos; ¡y está obligado a revelar la verdad salvadora a nadie! Si Él revela la verdad salvadora, es como un acto de Su gracia; y nunca porque está obligada a hacerlo. Si se nos ha revelado, y creemos, entonces nuestra respuesta debería ser darle las gracias y alabarlo por mostrar tanta gracia a cualquiera, ¡y especialmente a nosotros!

Y segundo, la Biblia siempre responsabiliza a hombres y mujeres incrédulas por su incredulidad. Esto es un misterio: cómo encajan esas dos cosas: pero es verdad. Jesús les dijo a los líderes judíos que se opusieron a Él acerca de cómo el Padre había testificado de Él; y dijo: "Pero no tienes su palabra en ti, porque a quien envió, a él no crees" (Juan ‪5:38‬).

Lo que Jesús dice es esto: “Si quieres ver cómo es Dios, si quieres ver la mente de Dios, el corazón de Dios, la naturaleza de Dios, si quieres ver toda la actitud de Dios hacia las personas, mírame a mi!" Es la convicción cristiana de que solo en Jesucristo vemos cómo es Dios; y también es la convicción cristiana de que Jesús puede dar ese conocimiento a cualquiera que sea lo suficientemente humilde y confiable como para recibirlo.

Pero también hay otra realidad radical para sentir, ver y pensar en Dios. Si fuimos creados a su imagen y semejanza, entonces la creación no solo me permite conocer a Dios, sino que también me permite ver en qué condiciones está Dios. En otras palabras, ver a mis hermanos y hermanas hambrientos o viviendo en la calle me permite conocer a Dios, que fue abandonado y traicionado por nuestras estructuras sociales, políticas y económicas.

Esa desesperación, hambre e impotencia me permite conocer al Dios marginado, el Dios de las personas oprimidas. Es aquí donde entiendo que veo a Dios todos los días, escucho a Dios todos los días, siento a Dios todos los días, pero ignoro esas experiencias socio-místicas. ¿Por qué?

Bendiciones

Padre Luis +