Como están tus frutos

Buenos días, feliz jueves y muchas bendiciones.

En Juan 15: 1-8 aprendemos que la clave para una vida cristiana efectiva y una vida poderosa y fructífera no es cuánto de la Biblia conoces, ni cuánto tiempo oras, ni a qué iglesia vas. La clave para que Dios te use mucho es permanecer en Cristo. Este tema es uno de los favoritos del apóstol Juan. Su libro de 1 Juan está escrito completamente en torno a la importancia de permanecer en Cristo. Y su evangelio es el único que entra en gran detalle sobre lo que Jesús les dijo a sus discípul@s durante la última cena en el aposento alto. A Juan 13-17 se llama el discurso del aposento alto y es el sermón más íntimo y amoroso de Jesús en la Biblia.

Jesús sabía que su tiempo era corto, así que reunió a sus discípul@s y les dio sus últimas enseñanzas. En cierto sentido, fue su ceremonia de graduación del seminario de Jesús, y Jesús fue el orador principal. Esta fue la dirección de inicio. Resumió todo lo que les había enseñado, les dijo lo que no deben olvidar y les recordó las verdades esenciales que deben recordar. Les advirtió sobre las pruebas que se avecinaban, pero los alentó a mantenerse fuertes en la fe.

Si quieres entender el corazón de Jesús, el lugar para comenzar sería el discurso del aposento alto. Sin embargo, en medio de este pasaje, hay una sección donde Jesús ilustra lo que ha estado enseñando. Como lo hace con tanta frecuencia, usa una imagen común y cotidiana para representar vívidamente la lección que ha enseñado. En Juan 15, nos da la imagen de la vid y el viñador.

Por lo tanto, Juan 15 trata de la relación íntima y viva que las personas creyentes comparten con Jesús. Las personas creyentes como las ramas de Dios están vitalmente conectados a Cristo. Como resultado, sacamos nuestra vida de Cristo. La promesa de este texto es que, en una relación permanente con Jesús, llevamos “mucho fruto” (v.8) que trae gloria a nuestro Dios. Sin embargo, sin Él (es decir, Jesús) "no podemos hacer nada".

Para mí, el mensaje más poderoso en esta narración bíblica de hoy es que la vida resulta de estar conectado a Jesús. Sacamos nuestra vida de Cristo como dijo Pablo: “‘Porque en él vivimos, nos movemos y tenemos nuestro ser "(Hechos ‪17:28‬). Jesús es la verdadera fuente de la vida. El sentido común nos dice que las naranjas no crecen en los manzanos y que las fresas no se producen a partir de los perales. Es terriblemente frustrante, de hecho, es imposible tratar de vivir la vida cristiana si no sabemos quiénes somos. La vida para la que fue creada para vivir es imposible poder verla realizada sin Jesús, la verdadera fuente de vida. Debido a que Jesús es la verdadera fuente de vida, es imperativo que yo esté conectad@ por la fe a Jesucristo, "la vid verdadera" (v.1). Ahora te pregunto; ¿Estás conectad@o con Dios a través de Cristo?

Hay una relación entre nuestro permanecer en Cristo y nuestro fruto productor. Jesús se refiere a la importancia de permanecer en él al menos seis veces en estos ocho versículos (vv.4, 5, 6, 7). Permanecer en él es ver fruto producido en tu vida. ¡Dejar de permanecer en él es apartarse de la fuente de la vida y marchitarse y morir!

¿Qué tipo de fruto podemos esperar ver cuando permanecemos en Jesús? Este fruto espiritual se describe más claramente en Gálatas ‪5: 22-23‬: Pero el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, bondad, bondad, fidelidad, gentileza y dominio propio. Contra tales cosas no hay ley. Ahora te pregunto; ¿Podrías decir que estás dando buenos frutos?

Bendiciones

Padre Luis +